Jueves, 07 de enero de 2016. En la Isla de Margarita, se encuentra la cárcel de San Antonio “el paraíso hecho prisión”; sus lugareños prefieren pasarla en la cárcel los fines de semana sin envidiarle absolutamente nada a un hotel vacacional o cualquier club de alta categoría. Los presos se encuentran pagando su condena allí, sintiéndose más seguros; pasándola mejor adentro que en cualquier otro lugar de la Isla.
Esta cárcel se ubica en Venezuela, y se ha convertido en un lugar para relajarse y desconectarse del exterior; los presos se comportan de una manera excepcional, sus familiares tienen la posibilidad de vivir con ellos, pues todos conviven armoniosamente.
El hecho por el cual muchos de los prisioneros no han querido salir en libertad, es porque dentro de la cárcel tienen todo lo que han querido y no pueden poseer en las calles; así disfrutan sin temor alguno, alejados de su pasado lleno de asaltos, asesinatos o abusos. San Antonio ofrece múltiples recreaciones como una piscina familiar, rin de boxeo, parrilladas, música en vivo, pista de baile, internet, un equipo de béisbol, entre otras actividades para el disfrute diario; los internos viven en una fiesta de nunca acabar.
Paul Makin, es un recluso de nacionalidad británica, en la actualidad cumple una condena por tráfico de drogas y comentó que “es la mejor cárcel del mundo, con lo que he visto en las cárceles, con lo que he experimentado, no hay lugar como este en todo el Planeta”. Además, la libertad ha sido tan plena que el consumo de drogas ilícitas dentro de San Antonio está autorizado, allí los reclusos caminan libremente fumándose un porro de marihuana o consumiendo crak, cocaína y cualquier tipo de sustancias prohibidas fuera de los muros.
Pero no siempre fue así, todo el cambio comenzó con la llegada del mafioso Teófilo Rodríguez, mejor conocido como “El Conejo”; quien se ha convertido en el jefe de todo el penal, teniendo poder absoluto, marcando las paredes con su símbolo parecido al conejito de la empresa Playboy, no conforme con eso; los reclusos deben tatuarse en el cuello el dibujo que los identifica como propiedad de “El Conejo”.
Aunque la entrada no es nada fácil, la única manera de disfrutar las asombrosas atracciones de “el paraíso hecho prisión”; es cometiendo un delito, bien sea robar un automóvil o ser un narcotraficante de alto renombre.
La gran diferencia de San Antonio con las demás cárceles de Venezuela, es que los reclusos de dicho recinto son quienes hacen las reglas del juego; dejando a un lado a los oficiales armados, quienes hacen el papel de guarda espaldas dentro de las instalaciones; rodeando el penal y estando en las torres de vigilancia, sobre los gigantescos muros con alambres de púas, haciendo parecer al penal una prisión de alta seguridad.
Si en una oportunidad por cuestiones laborales visite este reclusorio y efectivamente tiene atracciones las cuales nunca se imaginaria que existen detrás de unos garrotes .felicidades por este buen articulo joya life