La rutina de cuidado del rostro involucra muchos productos, uno de ellos es el agua micelar. Se trata de una sustancia en apariencia simple, pero llena de beneficios para la piel, que se ha convertido en la competencia de desmaquillantes y geles de limpieza tradicionales.
El agua micelar debe su nombre al conjunto de micelas que la conforman y actúan como emulsionantes para extraer impurezas de la piel y restos de maquillaje, incluso los productos a prueba de agua. Las micelas tienen un poder de doble acción: ya que atraen el agua y a la vez repelen. Según Aurora Barranger, dermoexperta: “las micelenas absorben las partículas de grasa como un imán y la retiran por la acción repelente. Así mismo, eliminan los residuos que puedan quedar en el rostro.”
Últimamente, este producto se ha convertido en un indispensable de las rutinas femeninas, dada la simplicidad de uso y capacidad de acción para limpiar la piel con una sola aplicación y sin que sea necesario aclarar.
El agua micelar está indicada para cualquier tipo de piel, pero especialmente para las mixtas. Según explica Bet Blanco, dermatólogo del equipo de Bioderma: “este producto limpia, tonifica e hidrata la piel, dejándola cómoda y elástica. Por lo tanto, es perfecta aquellas personas que no se toman el tiempo de hacer una rutina de limpieza convencional.”
También, señala este especialista: “los compuestos de esta sustancia actúan para prevenir cualquier irritación, a la vez que limpian y purifican los poros del rostro de grasa e impurezas”. A diferencia de otros productos para limpiar el cutis, elimina la humedad y deja la piel hidratada.
La frecuencia indicada para usar el agua micelar es dos veces al día. Así, se debe hacer una aplicación en la mañana para preparar la piel antes de la aplicación de otros productos. La otra aplicación se debe hacer en la noche para limpiar el maquillaje, partículas contaminantes o cualquier residuo o impureza que pueda maltratar la piel. Según Marisa Crespo, especialista en dermatología, este producto se debe aplicar con un algodón, dando pequeños toques en las diferentes zonas y no arrastrándolo sobre la piel.
Si bien el agua micelar se relaciona con la rutina de belleza diaria, Crespo también señala que hay ocasiones en las que su uso es útil para refrescar e hidratar la piel de forma sencilla, como cuando se termina una rutina de gimnasio, se busca refrescar el rostro en un día de playa o cuando se nota el rostro cansado.
Gracias a las bondades que ofrece para el cuidado diario de la piel, cada día más laboratorios especializados en el cuidado del rostro fabrican su presentación de agua micelar. Esta suele venir en diferentes tamaños y en empaques prácticos con el formato spray, ideal para llevar y utiliza fuera de casa.
Parte del éxito del agua micelar está en que no arrastra las debilidades de otros métodos de limpieza, como al alcalinidad de los jabones o la textura grasa de las leches limpiadoras. El agua micelar ha llegado como una solución para limpiar y nutrir la piel en un solo paso.
ALFA