El alambrismo siempre ha sido una técnica muy tradicional, la cual consiste en moldear el alambre, con el fin de realizar prendas o como complemento de la joyería. Por lo tanto, hacer de esta práctica una novedad; dependerá del diseño y mezcla de diferentes materiales para convertirlos en modelos asombrosos a través del filamento; donde se toman en cuenta muchos factores.
Hay alambres livianos y otros más pesados. Los que más se distinguen por su costo, son los fabricados en oro y los chapados con este metal precioso; le siguen los de plata, bronce, hierro, aluminio, cobre o bronce, que son muy fáciles de hallar, siendo económicos. Igualmente, encontraremos alambres que vienen en materiales como la alpaca y el latón, pero el calibre es sumamente importante; ya que se refiere a la consistencia, resultando en una gran variedad, por lo que a menor número de calibre, mayor es el espesor del alambre.
La dureza es un elemento significativo, porque indica la resistencia del alambre, al trabajarlo; así podemos encontrarlos duros, semiduros y los blandos, por lo que dependerá mucho la elección de la joya a fabricar. Por lo demás, hay que tomar en cuenta el tipo de joyería con el acabado que se pretende realizar, o el tejido de distintas pedrerías incrustadas a un diseño en particular.
Por ser el alambrismo una técnica de manipulación en la joyería del alambre, se remonta a muchos siglos atrás. En ese tiempo se solía batir láminas de metal, hasta que se conseguía la dimensión requerida, para luego ser divididas en tiras estrechas, lo que permitía que fueran golpeadas y perfeccionadas con la fuerza del martillo; esto era un método primitivo utilizado a mitad del siglo XIV.
En la actualidad, el alambrismo ha adquirido mucho desarrollo; logrando de igual forma gran relevancia, mediante los procesos modernos ampliados por orfebres, joyeros y artesanos. Las herramientas empleadas son sencillas, aunque existen en el mercado, una serie de instrumentos que son muy concretos para trabajos explícitos con la sistemática del alambre; más que todo, para ejecutar esquemas iterativos; asimismo, cuando se efectúa un trabajo puro de alambrismo, no se emplean maquinarias sofisticadas, soldaduras, o pegamentos.
Sin embargo, por ser un arte tan utilizado, se pueden manejar distintas mezclas de técnicas para crear diferentes diseños. El resultado de esas magníficas creaciones son unas joyas únicas y sorprendentes; lo que hace del alambre un componente majestuoso que sirve como un complemento formidable en la joyería, aunque su uso es incomparable, no solo en el mundo de las joyas, sino también para muchas labores por su versatilidad y seguridad.
Con el alambrismo, usted misma podrá hacer prendas de bisutería y joyería, que la dejarán fascinada, por la habilidad con la que logrará manejar el maravilloso material. Solo debe instruirse en este original método, precisar qué joya desea diseñar, optar por los elementos adecuados e idóneos, y elegir el alambre ideal que le permita desarrollar toda la creatividad que de seguro lleva por dentro.
ALFA