Las joyas talladas son un arte propio que demuestra la grandeza que pueden tener las habilidades humanas. Sean en bronce, madera o semillas vegetales, las joyas talladas son una prenda de gran exclusividad, pues cada trazo es diferente, cada estilo artesanal es personal, y con cada joya de esta tendencia, se guarda una gema tan apreciada como lo es el tiempo, el esfuerzo, y el entusiasmo de un lo que representa ser un proyecto de vida.
Las joyas talladas guardan un valor indispensable para el ser humano desde el inicio de sus tiempos. Consideradas como prendas de protección, las cuales, con la energía que su confección resguardada, serían capaces de atraer los mejores momentos en el destino de esa persona. La confección de talismanes tallados era algo casi necesario en la antigüedad. Con símbolos particulares, figuras de animales, personas mitológicos, las joyas talladas tenían en su colección una gran variedad de modelos para atraer la prosperidad, la fertilidad, y la suerte a la vida de su poseedor.
Sobre los primeros modelos de joyas talladas que se conocen, además de anillos y dijes, también resultaron populares los camafeos. Realizadas en ónice, ágata y sardónica, esta particular joya tallada tuvo sus inicios en la cultura persa y grecorromana. Los materiales básicos empleados hacían de los camafeos unas prendas únicas en su clase, donde el trabajo artesanal desprendía cada capa de la piedra, para que con la pulitura, se distinguieran diversos colores que aportan mayor vistosidad entre los rasgos de la imagen, y del fondo de la figura.
Durante un tiempo las joyas talladas dejaron de verse populares tanto como amuleto y como adorno de la belleza femenina, hasta que el uso del nácar en Europa a partir del siglo XIV, hace retomar el auge de los camafeos, y del resto de variados modelos que ofrece el entalle artesanal de las piedras preciosas, o materiales autóctonos de cada región.
El artista orfebre, Eduardo Soler, explica la magnitud detrás de una joya artesanal y en la admirable labor que su práctica amerita. “El tallado de joyas es un arte donde el artista combina las técnicas de tallado con el diseño de joyas, en un equilibrio estético único, obteniendo como resultado lujosas y costosas piezas. Esta tarea requiere otros conocimientos que van más allá de la orfebrería, el conocimiento del volumen y la práctica de la escultura”.
De ahí que nace la característica particular de una joya tallada con respecto a la inversión necesaria para su adquisición. Es tiempo, esfuerzo, y dedicación lo que en cada joya tallada resguarda, siendo incluso de mayor valor, que aquellas que surgen de maquinaria y el auge de la industrialización. En un plano más cercano, el adquirir una joya tallada es tomar en sus manos un poco de ese talento artístico, un poco del alma, del corazón y del espíritu, lo que le da un aire exclusivo, sin comparación alguna con respecto al resto de los accesorios.
ALFA