Existen tres diferentes tipos de cutis: seco, graso y mixto. El primero, es mate y se tensa con cierta facilidad; el segundo, es muy brillante y, a diferencia del anterior, tiene mayor elasticidad. El tercero, se percibe brillo y graso solo en la “zona T” del rostro. Es decir, en la frente, nariz y barbilla, mientras que el resto de la cara es seco. Tres tipos de piel pero con una opción natural para su embellecimiento: la arcilla.

El órgano más extenso de nuestro cuerpo, la piel, no siempre mantiene las mismas características durante los 365 días del año. El sol inclemente sin un protector solar adecuado, las bajas temperaturas, el aire acondicionado o calefacción, el estrés o los cambios hormonales que se padece cada 28 días influyen en la salud y lozanía del cutis.

Ante las disímiles etapas por la cual pasa la piel, es necesario adaptarse según los diferentes estados a la que se es sometida. De manera que no solo los cambios climáticos pueden hacer estragos a nuestro cutis, sino también los hormonales.

Existen cuatro tipos de arcilla que podrá encontrar en tiendas naturistas: blanca, gris, roja y verde. Todas y cada una tiene diferentes propiedades y bondades con la que sentirá su piel más saludable. El mineral derivado del aluminio es refrescante, cicatrizante, descongestionante, desinflamante, relajante y purificante que carga de energía nuestro cuerpo.

En el mercado existen muchas maneras de mantener el cutis y la piel sana. Productos químicos que en ocasiones son abrasivos, pueden generar sensibilidad o reacciones desfavorables en la epidermis. En el caso de la arcilla es un producto natural que puede ser usado en todo el cuerpo sin presentar riesgo alguno.

Por lo general, quien tenga un cutis seco rara vez presentará inconvenientes de acné debido a que sus glándulas sebáceas no producen suficiente grasa. Esto pudiese suponer una ventaja, pero no es nada favorable al no disponer de una adecuada capa protectora contra el viento y el frío. Este rasgo distintivo exige utilizar la arcilla blanca con mayor concentración de aluminio para el tratamiento de piel sensible y con deshidratación.

En el segundo tipo de piel, las glándulas sebáceas producen mucha grasa, en ocasiones demasiado. Es este caso en particular se puede apreciar por la dilatación de los poros y puntos negros. No obstante, este tipo de cutis retrasa el envejecimiento por la tardía presencia de profundas arrugas. Para este tipo de dermis, la arcilla roja es la recomendada para personas que tienen acné, ya que una de sus cualidades en secar las espinillas y tonificar nuestra piel.

Con relación a la arcilla gris y verde, ambas tienen características similares que las dos presentadas con anterioridad, pero con particularidades únicas. La gris, es la arcilla perfecta para aquellas pieles que necesitan exfoliar manchas producto de las espinillas.

Por su parte, la verde, es utilizada para eliminar los puntos negros, ya que posee la propiedad de secarlos y prevenir que aparezcan más. Cualquiera que sea su tipo de cutis puede experimentar una sensación relajante y sanadora al utilizar este enriquecedor mineral.

ALFA