Existe un sinfín de artes adivinatorias, prácticas o métodos para predecir el futuro, y desde la antigüedad se vienen haciendo a través del uso de objetos, elementos de la naturaleza, partes del cuerpo de animales o seres humanos; y millones de personas alrededor del mundo, aún practican muchos de estos métodos; por lo que a continuación les presentamos algunos de ellos.
Aruspicium: Es una de las artes adivinatorias que se basa en la observación de las entrañas de los animales; para predecir lo que sucederá. Pero, en la antigüedad se llamaba enteroscopía, y sólo se observaban las entrañas de los animales muertos que se ofrendaban a los dioses. En algunos lugares se practicaba observando las entrañas, estando el animal vivo, y se conocía como esplacnomancia.
Ceraunomancia: Si usted desea conocer su futuro a través de los rayos, recurre a una de las artes adivinatorias más extrañas y antiguas del mundo, como lo es la ceraunomancia; donde los practicantes interpretaban las figuras que se formaban en el firmamento.
Pero si hablamos de prácticas basadas en la observación de formas, hay que hacer mención de la estafilomancia; la cual basa su práctica en las figuras que se forman cuando se vierten las semillas de uva en un vaso con agua.
Aunque, las anteriores son bastante raras, ninguna de ellas se compara con una de las más extrañas y asquerosas artes adivinatorias, conocida como copromancia; se practica a través de la lectura de las heces; la cual se hace desde la antigüedad. Pero, no sólo las heces se interpretan, sino también la sangre de las personas, en estos casos estamos en presencia de la hemocritia, y si lo que se observa es el hígado de las personas que se ofrendaban a los dioses, pasa a llamarse hematoscopía.
Asimismo, si el recurso al que se recurría para adivinar en la antigüedad, eran los huesos de las aves, estamos hablando entonces de la Ooscopia; y si en cambio se observaban las figuras que formaban las cenizas de las víctimas que eran ofrecidas a los dioses; la práctica se llama teframancia.
Sin duda alguna, desde épocas antiguas los seres humanos vienen practicando las artes adivinatorias más extrañas; y es que sigue siendo un misterio, porque se ha recurrido a métodos bastante curiosos, como el inventado por Hermes, llamado cledomancia. Este consiste en taparse los oídos, mientras que otra persona formula una pregunta, y la respuesta sería, la primera palabra que se escuchara al destapar sus oídos.
Pero, si a usted no le convence ese tipo de métodos, tenemos la cleromancia; es uno de las prácticas adivinatorias más antiguas, a través de la cual se hacían predicciones, utilizando los dados; que después de invocar a los dioses, se lanzaban, para que un sacerdote interpretara las caras que se observaban a la vista.
En el caso de que se quisiera ver cosas ocultas, que bajo ninguna circunstancia se han podido encontrar, se puede hacer uso de una de los métodos basados en el uso de objetos, como lo es la criptoscopía, a través de la cual, se dice que se puede ver a través de una pared; después de un proceso de meditación profundo.
Cuando los objetos que se utilizan para adivinar son los cristales, se le llama cristalomancia, que es una de las artes adivinatorias más comunes, donde éstos son simplemente recursos energéticos que el prácticamente utiliza para predecir el futuro del consultante.
Pero si desea una práctica realmente extraña para adivinar el futuro, les presentamos la cronomancia: la cual se basa en la observación de las cebollas; así como lo está leyendo, el especialista las coloca en una mesa, y va observando su forma, sus detalles, y esto le va diciendo que pasará. ¿Creer o no?, es nuestra opción.
Ahora bien, muchas personas aman el fuego y lo que representa, pues los adivinos también lo usan, a través de la empiromancia, una de las artes adivinatorias donde se observa su altura, color, altura, intensidad, formas y hasta su sonido; y a partir de allí se realiza una interpretación completa a la persona consultante.
Si desea probar con el vino, entonces recurra a la enomancia; que es una de las artes adivinatorias que se basa en la observación de los reflejos del vino que se vierte en una copa, o a través de las sensaciones manifestadas de las personas que lo beben.
En el caso de que usted sea amante de la lectura; seguramente en algún momento habrá buscado mensajes al abrir un libro al azar. Precisamente en esto se basa la estoiqueomancia o bibliomancia, práctica de adivinanza a través de la lectura de una página de un libro que se abre al azar.
Y si busca señales en el suelo, a través de la observación de las posibles figuras que se forman en él, entonces está practicando la geomancia; práctica basada en la interpretación de las figuras geométricas formadas en el suelo; una de las artes adivinatorias a las que se recurría en China, para elegir los terrenos donde se construiría el hogar.
Unos métodos de adivinación muy curiosos, son la ictiomancia, práctica basada en los movimientos de los peces; y la nefelomancia, basado en la observación de las nubes, pero no, en sus movimientos, ya que esto es lo que se llama aeromancia.
Finalmente, tenemos la tiromancia, que es una de las artes adivinatorias más extrañas, porque se utiliza el queso agusanado, el cual debe colocarse sobre un papel donde estén escritos los nombres de las personas sospechosas de haber hecho algo malo, para que los gusanos se coloquen encima de los verdaderos culpables, según las creencias antiguas.
Definitivamente, aunque estas artes adivinatorias pueden parecer extrañas o absurdas, siempre existirá alguien que por curiosidad o creencia recurra a ellas. ¿Y usted cree que usaría alguna de ellas?
ALFA