Barcelona es una de las ciudades españolas más visitadas por mochileros y extranjeros. ¡Es inolvidable! La metrópolis presume de playas muy cercanas a la urbe, de un clima envidiable, bendiciones de la naturaleza y de sus tesoros arquitectónicos.
La europea capital es multicultural y por sus calles se topan ciudadanos de todo el mundo. Según las últimas cifras publicadas este 2015 por la Secretaría de Universidades e Investigación de la Generalitat de Cataluña, uno de cada cuatro estudiantes de masters es extranjero. ¡Por esto y más, le encantará conocerla!
El mejor plan es olvidarse del mundo con Gaudí y su magia. Dedique un día para cada una de las creaciones más reconocidas que dejó el artista catalán en la ciudad. Inicie por la Casa Batlló, Museo Modernista de Antoni Gaudí; después la Casa Milá, conocida como La Pedreda. Siga al Parque Güell y culmine con su magna obra, el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.
Ojalá tenga tiempo de pasear la Montaña de Montjuic, que fue el escenario de los Juegos Olímpicos de Barcelona; antes de subir, conseguirá la Fuente Mágica con coreografías de luces acompañadas por música. Esta espectacular fuente luminosa fue diseñada por un autodidactica español, Carles Buïgas y se inauguró el 19 de mayo de 1929, durante la Exposición Internacional. La obra funciona en verano los días jueves, viernes, sábado y domingo. En invierno solo puede disfrutarlo viernes y sábados.
Sí es amante del fútbol, tiene que llegar al “Camp Nou”; recinto deportivo que acoge el Museu del Fútbol Club Barcelona. Por su parte, debe hacer un recorrido por el Barrio Gótico, ubicado en el corazón de la ciudad; siendo el barrio romano más antiguo. Al mismo tiempo, este conecta con las Ramblas, un paseo que atraviesa las principales calles de la ciudad lleno de tienditas, terrazas y sitios para comer. Es una buena idea para perderse y disfrutar sin cansancio.
A 20 minutos de las Ramblas conseguirá la Playa Barceloneta, una de las más visitadas y atractivas por las distintas posibilidades que ofrece: canchas, mesa de ping-pong y gimnasio. La gente es muy amable. Sí prefiere un rincón más solitario del Mediterráneo, a una hora de Barcelona encontrará representativas playas de Cataluña como la “Playa del Canyadell”, “Platja del Castell” y “Cala Fonda”.
Barcelona también será una fiesta para sus papilas gustativas. No tendrá que esforzarse mucho en hallar una buena propuesta gastronómica. Uno de los lugares más famosos para probar la cava es en “La Champagneria”, donde igualmente puede comprobar el buen gusto de sus platos con algunos pescados, carnes y jamones populares de la zona.
Las facilidades para el turista incluyen un excelente servicio de transporte. Es muy sencillo recorrer la ciudad de punta a punta en el metro. Al llegar, lo recibirá el moderno Aeropuerto de Barcelona, El Prat, que queda a 15 kilómetros del centro. El visitante cuenta con cómodos autobuses que lo trasladarán a la grandiosa urbe, una experiencia que recordará el resto de su vida.
ALFA