Bajo el lema, “sólo la flor de Lis domina la luna, las olas, el castillo y el león”, la ciudad de Burdeos es un referente turístico en Europa y alrededor del mundo. Además de conjugar sus localidades entre monumentos históricos y modernos, la actividad viticultural de Burdeos le hace imán de miles de turistas durante todo el año.
Ubicado en el puerto suroeste de Francia, Burdeos es reconocida como una de las ciudades más importantes del país, llegando al nivel de alcance que ofrece París, Marsella y Toulouse. Sin embargo, este reconocimiento fue establecido recientemente, por lo que Burdeos, además de ser llamada la “Perla de Aquitania”, es como conocida como “La Bella Durmiente”.
Desde junio de 2007, Burdeos ostenta su Puerto de la Luna como un Patrimonio de la Humanidad, declarada por la Unesco, al representar un excepcional conjunto urbano, que mantiene sus rasgos históricos, jugando con la modernidad propia de una urbe europea.
La joya de esta corona turística es sin duda su actividad viticultural. Burdeos es referente por los viñedos que datan del siglo XVIII, y que son considerados como los mejores del mundo. Vinos tintos como vinos blancos, en sus casi 50 kilómetros cuadrados, Burdeos reúne más de 14.000 productores de vino, 117.514 viñedos, 400 comercializadores, lo que le genera un ingreso anual de más de 14 millones de euros.
Como es de considerar, en Burdeos fue fundada una Academia de Vino, fundada en 1948, constituyendo su equipos por prestigiosas personalidades relacionadas al ámbito viticultor, además de científicos, artistas, escritores, y demás académicos franceses, que logran ensalzar su joya principal como lo es la producción única de vinos.
Un paseo por la región vinícola de vino puede decidirse en cualquiera de sus dos subregiones. En la primera, constituida por Saint Emilion, Pomerol, y Médoc, se encontrarán los vinos tintos más caros y buscados en todo el mundo, tal como son el Château Lafite Rothschild, el Château Latour y el Château Mouton Rothschild. En la segunda zona, conocida como Sauternes, podrá disfrutar de los enaltecidos vinos dulces blancos que resaltan por su verdadera dulzura, siendo el más preciado el Château d’Yquem.
Finalizado el paseo por las cúspides del vino, Burdeos también ofrece otros sitios de interés para disfrutar. En primer lugar yace la ‘Place Royale’ construida en la época de Luis XV, este lugar enmarca muelles uniformes en forma de herradura que destacan por su estilo arquitectónico, hallándose en su zona norte el palacio de la ‘Bourse’ y en el sur el antiguo ‘Hotel des Fermes’.
Cultura, sabor, vida, y mucho vino, Burdeos es un referente del turismo histórico a nivel mundial, pero también, del mejor provecho urbanístico dado el provecho del fruto natural que ofrece la uva. Forman profesionales, enaltecen lo propio, y respetan el honor de cada uno de los centros que le vio crecer como urbe francesa. Sin duda, un paseo por Burdeos será todo un deleite para el paladar.
ALFA