El hombre desde la antigüedad ha recorrido el mundo caminando grandes distancias, hasta que los avances tecnológicos nos han simplificado la vida y nos han vuelto más sedentarios, sin embargo, en las últimas décadas se ha ido creando conciencia acerca de la importancia del ejercicio para la salud no sólo física sino también mental y emocional. En este sentido, se puede decir que caminar es algo más que caminar, ya que esta actividad propia del ser humano nos conecta con nuestro entorno, llevándonos a valorar el aire que respiramos, a sentirnos saludables y a mantener una actitud positiva ante la vida.

Por tanto, realizar caminatas al aire libre con frecuencia nos nutre el espíritu, nos invita a reflexionar acerca de la importancia de tener contacto con la naturaleza, a apreciar cada elemento que hay en ella, disfrutando las imágenes, los paisajes, los olores, los sonidos, el soplido del viento, los rayos del sol o las gotas de lluvia que podrían caer sobre nuestros cuerpos durante una lluvia inesperada.

Abrir nuestros corazones y nuestras mentes ante un escenario natural, nos llenará de energía y nos conectará espiritualmente con la naturaleza de la cual formamos parte, y no somos sus dueños, por lo que el ejercicio físico realizado con las caminatas al aire libre, nos provee salud física y por sí fuese poco nos regala paz, tranquilidad, reflexión y relajación. Que mas podemos pedir, así que amigas lectoras, si estás en un período de la vida donde el sedentarismo las ha arropado, salgan de ese estado ahora mismo, saquen su ropa deportiva, sus zapatos y sobre todo sus ganas, y comiencen hoy mismo a caminar, pronto verán sus beneficios.

Ahora bien, vamos primeramente a resaltar los beneficios físicos de este tipo de ejercicios. Empecemos por mencionar que al realizar caminatas  durante  30 minutos a un paso ligero, podremos aumentar nuestro  ritmo cardíaco, ya que se facilita el bombeo de la sangre que favorece la función del corazón y del sistema circulatorio.

Además se pueden reducir  los niveles de colesterol malo, aumentando  los niveles de colesterol bueno, manteniendo  el control de la presión arterial. De esta manera, se pueden prevenir ataques cardíacos, pero también trae beneficios emocionales, debido a que puede reducir la depresión si se realiza con frecuencia.

Cabe destacar que, la  reducción o eliminación del colesterol malo es excelente para la salud de nuestras arterias, y según la Asociación Inglesa “Stroke” ayuda a prevenir los ataques cardíacos en un 27 por ciento, reduciendo el riesgo de accidente cerebro vascular. Sobre este tema, la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos, realizó un estudio a través del cual se demostró que las personas que durante 18 años conservaron el hábito de caminar a paso rápido cinco veces a la semana,  tenían un 40% menos de probabilidades de ser víctimas de  un accidente cerebro vascular, en comparación con las  personas  que mantuvieron  una vida sedentaria.

Por otra parte, el caminar varias veces a la semana previene la diabetes tipo 2 o reduce el riesgo de padecer dicha enfermedad. Esta afirmación la corrobora la organización “Caminando por Salud”, que según sus estudios demuestra que las personas que caminan todos los días tienen un 60% menos de probabilidades de adquirir esta enfermedad.

Además, quién no desea reducir el estrés y la depresión, estar relajado y con una mente despejada, con una actitud más positiva. Pues, tienen la solución al alcance de sus manos o sus pies mejor dicho, sólo deben decidirse a realizar una actividad física que les ayudará a fomentar la producción de endorfinas en sus organismos, a través de una hormona que estimula el ánimo y llena de energía a los individuos, por lo cual se reduce y minimiza las actitudes negativas, el mal humor, el estrés y la depresión.

Con referencia a este punto, es conveniente mencionar las investigaciones realizadas por un equipo de investigadores norteamericanos y británicos de las universidades de Michigan y  Edge Hill, quienes publicaron  un estudio realizado a un grupo de 1991 participantes del programa inglés “Caminando por la salud”, organizador de unas 3.000 caminatas por semana para más de 70.000 participantes regulares. Los resultados comprobaron que después de 13 semanas, las personas que eligieron las caminatas al menos una vez a la semana experimentaron emociones positivas y menor estrés“aquellas que se mantuvieron sedentarias, corroborándose que las caminatas en grupo al aire libre ayudan a combatir el estrés y fomentan el bienestar mental.

De esta manera, las caminatas al aire libre en contacto directo con la naturaleza se asocian según este tipo de estudios a porcentajes mucho más bajos de depresión, minimizando los efectos negativos de las situaciones estresantes y conflictivas de la vida cotidiana.

Por otra parte, según la página web Cuerpo Mente (2018) “el hacer senderismo o “trekking” funciona como una terapia para el cuerpo y la mente”. De este modo, al combinar el ejercicio físico con un  entorno natural, lleno de colores, olores y sensaciones gratificantes, produce efectos beneficiosos para el cuerpo, la mente y el espíritu, lo cual es corroborado por Gregory Bratman de la Universidad de Stanford, quien sostiene que “una caminata de 90 minutos por un entorno natural reduce las preocupaciones y la ansiedad, modificando las rutinas de pensamiento y desapareciendo las causas de estrés.

Por su parte, Irina Wen, psicóloga clínica en el centro médico de la Universidad de Nueva York afirma que “la naturaleza es beneficiosa para la salud mental, debido a que reduce la fatiga intelectual y el estrés, lo cual puede mitigar la depresión y la ansiedad».

Otros estudios realizados por los psicólogos Ruth Ann Atchley y David Strayer han demostrado que después de 4 días de la práctica del senderismo en contacto con la naturaleza, la creatividad de las personas se activa. Este estudio incluyó un grupo de participantes, quienes debían dejar sus celulares y/o cualquier tipo de tecnología en sus hogares, para que no entorpecieran el contacto   entre éstos y la naturaleza. La metodología de este estudio, incluyó la realización de  pruebas intelectuales que requerían una solución creativa en medio de la montaña, demostrándose  que los participantes mejoraron en un 50% su desempeño.

Esto se debe a que la realización de una caminata al aire libre aumenta la capacidad de concentración, minimiza el trastorno por déficit de atención, tanto en niños como en adultos, y aumenta la atención.

Por si fuese poco, si se deciden a caminar en grupos, podrían socializarse más y mejor, dejando a un lado la soledad que en momentos difíciles nos llena de melancolía, tristeza y depresión,  y si no sabemos manejarla podría convertirse en nuestra peor enemiga. Entonces, que mejor alternativa puede haber para mantenernos en forma, reducir el estrés, estar alegres, socializar, comunicarnos y no sentirnos solos y desanimados.

Si se deciden  a caminar diariamente durante una hora a paso ligero,  podrían quemar hasta 200 calorías, y si aumentas la velocidad podrán tonificar sus cuerpos,  para así construir la resistencia integral  y mantenerse lejos del sobrepeso si se acompañan las caminatas con una dieta balanceada.

Otro beneficio significativo de las caminatas es el mejoramiento de la absorción de Vitamina D,  la cual tiene un papel básico  para el organismo, debido a que es la que lleva a cabo la regulación del calcio y el fósforo, además de  fortalecer el sistema inmunológico. Esto se logra gracias a  la exposición al sol durante la realización de las caminatas.

Asimismo, las caminatas frecuentes benefician el fortalecimiento de  los huesos, estimulando todo el  sistema óseo, lo que es indispensable para las mujeres   de más de 50 años de edad, que también requieren  ejercitar  las articulaciones para prevenir la artritis, la cual es una enfermedad muy frecuente en personas de la tercera edad.

Por otra parte, todos sabemos la importancia de tener una vida sexual activa, la cual en muchos casos disminuye en intensidad. Pero,  algunos estudios han demostrado que la actividad física regular impulsa y mejora la sexualidad,  sobre todo en las personas mayores de 50 años, debido a que una caminata diaria relaja la mente,  mantiene una circulación activa,  beneficia la producción de endorfinas y mejora la tonicidad muscular, lo cual repercute directamente en la vida sexual de las personas, proveyendo mayor seguridad y confianza en sí mismo, lo cual favorece la realización del acto sexual.

En otro orden de ideas, al realizar   caminatas rápidas de una hora se pueden   quemar entre 400 y 700 calorías, a lo que se suma una potenciación de la memoria, debido a que  existe una relación entre las piernas y el cerebro que se estimula con el ejercicio aeróbico. Esto nos beneficia a nivel mental, proveyendo más energía, una actitud adecuada para afrontar las situaciones adversas, que nos hace superar obstáculos, lo cual definitivamente nos aporta bienestar.

En definitiva, caminar es algo más que caminar, como bien lo afirma el título de este artículo, más aún cuando esta actividad la realizamos en contacto con  la naturaleza, ya que  nuestra mente se apacigua, logra niveles de calma que no lograríamos si nos quedamos sumergidos en el mundo del sedentarismo, fluyendo así los pensamientos positivos, los sueños, las metas, los nuevos objetivos.

De esta manera, si se encuentran con el muro de las limitaciones y las lamentaciones mentales, recurran a unas caminatas inspiradoras que aumentaran sus condiciones físicas, llenarán de positivismo sus mentes, motivándolos a enfrentar nuevos retos a nivel personal, laboral, social y por qué no espirituales, porque no podemos olvidar que la espiritualidad le da sentido a nuestras vidas, y debemos evolucionar espiritualmente para ser mejores personas, haciendo aportes significativos y trascendentales a través de nuestras ideas, pensamientos, palabras y acciones.

ALFA