Escoger el destino para disfrutar de unas vacaciones perfectas, puede ser un poco complicado si no tiene la asesoría adecuada; sin embargo, aquí le daremos una excelente opción, un destino inolvidable y exclusivo: la isla de Cunda, esta representa el más grande e importante de los islotes ubicados en el mar Egeo, al noroeste de Turquía, en la costa de Ayvalik, perteneciente a la ciudad de la provincia de Balikesir.

Conocida también como Isla Alibey, cuenta con más de 5.000 habitantes y es uno de los lugares más fascinante de este país, gracias a los colores que utilizan en las decoraciones de las encantadoras calles empedradas, llenas de antiguos edificios griegos en los que prevalece la magia de una arquitectura tradicional y, en el que se mezclan las dos culturas, la griega y la turca, no sólo a nivel arquitectónico, sino en cuanto a la música, la gastronomía y las costumbres en general.

Su gran potencial turístico, ha permitido un desarrollo importante de esta pequeña isla, en cuanto al crecimiento económico, con la puesta en funcionamiento de varios restaurantes, cafés, bares, panaderías ubicados en las calles principales de la isla, un poco alejados del mar, pero igualmente bellos, así como otros atractivos, como el molino de viento, en la cima de la colina, restaurado para los turistas.

Asimismo, podrá disfrutar de un delicioso día en las maravillosas y cristalinas aguas que le ofrecen sus playas, dos de las mejores de Turquía, como lo son las playas de Sarimsakli y Altinova ubicadas en el distrito Dikili de Esmirna, siendo esta última, uno de los lugares favoritos en los últimos tiempos, para los que practican el buceo, gracias a su espectacular fauna submarina.

Su belleza natural es inigualable, ya que desde esta isla puede visitar el Lago Salado de Kalloni y una fuente termal en Lisvori, hermosísima, que no ha sido explotada aún por los turistas. Aproveche la oportunidad  de visitar el majestuoso monasterio Leka. Al norte del islote podrá conocer el Parque Histórico Nacional de la Península de Galípoli y la cueva de Anzac, así como el monumento del Pino Solitario y el cementerio de Lone Pine.

Entre sus diferentes opciones, se encuentra el turismo de aventura en donde la adrenalina activará todo su cuerpo, bien sea a través de la práctica de alpinismo o del senderismo. Si por el contrario prefiere algo más relajado podría practicar la pesca de costa y hasta hacer un picnic en familia.

Si de comer se trata, no deje de probar el aceite de oliva que allí se fabrica, el cual es de excelente calidad. Deguste, también, algunos deliciosos platos a base de pescados, sardinas grilladas, así como unos estupendos lakerda –filetes de atún en escabeche, y un inmejorable sushi griego conocido como saganiki, todo estos platos acompañado con un buen vino, disfrutando del hermoso atardecer que le ofrece este mágico lugar.

Cuando decida visitarlo, tome en cuenta que existen hospedajes con diferentes rangos de precios, con conexión a Internet y otros excelentes servicios que están esperando por usted.

ALFA