En el mundo de la astrología existen diferentes factores y elementos que juegan un papel determinante a la hora de realizar sobre las personas, los eventos y/o situaciones de un país, región, empresa o individuo en particular análisis. De esta manera, generalmente suele asociarse las predicciones astrológicas a los signos zodiacales, porque son los que la gente conoce más, sin embargo, existe mucha información complementaria que se encuentra enmarcada en otros elementos que guardan relación directa con los planetas y su ubicación en cada signo de acuerdo a la fecha, hora y lugar de nacimiento de las personas.

Dentro de esta serie de elementos que ayudan a realizar análisis astrológicos se encuentran las doce casas que conforman las cartas astrales, que representan las distintas áreas de la vida y en las que un planeta en particular se ubica en la carta natal para indicar el área donde éste manifiesta su energía, variando el significado de las casas de acuerdo a la percepción de cada persona sobre   las experiencias personales dentro de un área determinada. A continuación, vamos a explicar que representa cada casa, que signo prevalece en ella y con qué aspectos de la vida se asocian:

Vamos a comenzar obviamente con la Casa 1 que representa la personalidad y señala el Ascendente (AC) que provee los tipos de experiencias que permitirán la formación de la personalidad de un individuo desde su nacimiento, pudiéndose decir que las características del signo ascendente y las de los planetas que se encuentran en esta casa se reflejan en la personalidad, con frecuencia más que las del signo solar.

En consecuencia, la forma como se encuentra influenciada la casa número uno, llamada la casa de Aries, define la forma cómo cada persona se muestra ante los demás, siendo el marco de presentación de las características particulares del yo interno, que se encuentra simbolizado por el sol, y que  a través del ascendente conecta al individuo con el mundo, logrando que se proyecte su personalidad, tomando en cuenta que Aries otorga vitalidad, fortaleza e iniciativa, asociándose a su vez con  los inicios y la infancia.

Por su parte, la Casa 2 donde habita Tauro, representa a los recursos personales de índole material, intelectual, que provee las habilidades y talentos que se disponen para lograr los objetivos y metas que se trazan en el proyecto de vida con la finalidad de obtener seguridad y estabilidad. Por otra parte, esta casa identifica la escala de valores de los individuos, así como el grado de apego a las posesiones y la forma cómo se manejan y se utilizan para la consecución de los objetivos materiales e inmateriales.

De esta manera, esta casa se asocia materialmente con el dinero, el poder adquisitivo, la capacidad de las personas para administrar los recursos, que obviamente incluye la generación de ingresos, tendencia al ahorro, la superación de deudas, adquisición de propiedades, entre otras cosas.

En la casa número 3 correspondiente al signo de Géminis, representa a la mente concreta, asociándose generalmente con la manera de pensar, la habilidad para relacionarse y comunicarse y la capacidad de aprendizaje, que caracteriza la forma como las personas se relacionan en el ámbito familiar, social y laboral. Otro aspecto que se incluye en esta casa son los eventos y/o situaciones que   despiertan la curiosidad que favorece la realización de actividades como estudiar, investigar, viajar, entre otras, las cuales abren la menta a nuevas cosas o informaciones.

Pasando a la casa número 4, propia del signo de Cáncer, representa a las raíces, al origen familiar y se le llama Fodo Cielo (FC). A través del conocimiento de los aspectos básicos de esta casa, se puede tener acceso a información relacionada con los padres, con la forma como los percibimos, de acuerdo a cómo se encuentren los planetas en la dicha casa, reflejándose de forma inconsciente lo aprendido en la infancia.

La casa número 5, representada por Leo, refleja la creatividad y la autoexpresión de las personas, desde donde se conectan con el niño interno para sacar lo más espontáneo e informal de cada quién, resaltando la forma como se enamoran, los noviazgos, la necesidad de sentirse atractivos, los métodos que se usan para atraer a los demás, las formas de divertirse, los hobbies, entre otros aspectos. También se relaciona con los hijos como proyección o extensión de sí mismos, así como la manera de relacionarse con ellos y con los niños en general.

Algunos aspectos de suma importancia para cualquier persona son el trabajo, la rutina cotidiana y la salud, la cual está representada por la casa número 6, que es identificada por el signo de Virgo, por lo que su análisis en una carta astral determinada orienta a un astrólogo para descifrar qué tipo de trabajo puede realizar el individuo, de qué manera pueden servir a los demás, además de su probable actitud al afrontar las obligaciones cotidianas y sobre todo la subordinación. También guarda relación con las enfermedades y por ende con la salud.

Con respecto a la casa número 7 o de las relaciones, debemos destacar que ésta es la opuesta a la Casa Número 1 y su cúspide marca el Descendente, el cual identifica al signo que se coloca en el horizonte durante el nacimiento de una persona, y que representa la forma como nos relacionamos con las demás personas.

Se asocia con el signo de Libra, que además de representar las relaciones, el compromiso y/o la cooperación, por lo que orienta las decisiones en cuanto a eventos trascedentes como el matrimonio, sociedades, asociaciones, que impliquen algún tipo de contratos, tanto materiales como espirituales, por lo que los planetas que se encuentran situados en esta casa tienen que ver con la capacidad para mantener este tipo de relaciones y del tipo de personas involucradas.

En la casa número 8, se encuentran los bienes comunes, las pérdidas materiales, la sexualidad, la transformación, lo oculto y la muerte; determinando la actitud que se pueden tener cuando lo afrontan, aunque también tiene que ver con la  transformación y la capacidad de regeneración o recuperación de una situación que signifique no sólo la muerte física, sino de alguna etapa o proyecto que se lleve a cabo, que rige Escorpio como signo de cambios, transformaciones e inestabilidad, y es opuesta a la casa número 2, la cual representa los recursos propios frente a recursos compartidos.

Por ello, esta casa se relaciona con las herencias, los bienes ajenos y los impuestos. Además, se resalta en esta casa la curiosidad por lo desconocido, lo oculto y lo misterioso, por lo que generalmente se asocia a los miedos que afrontan las personas, así como los secretos y deseos más profundos no revelados.

Los viajes y los estudios que tiende a desarrollar la persona a quien se le está realizando la carta astral, se encuentran aspectados en la Casa Número 9, que la rige Sagitario y representa el exterior y lo lejano, asociándose por lo tanto con viajes largos, así como también a estudios superiores y filosofía, religión, o espiritualidad. Esta casa guarda relación con la mente abstracta y los ideales superiores, por lo que es opuesta a la casa número 3 que representa la mente concreta y las relaciones con el entorno más cercano.

La casa número 9 es de suma importancia porque guarda relación con temas mucho más profundos, por ello es considerada como la casa de los maestros espirituales, donde las personas buscan la razón de la existencia, la transmisión de sabiduría.

La casa número 10 está regida por Capricornio y se asocia con la autoridad y el poder, cuya cúspide coincide con el Medio Cielo (MC), que representa la realización social, la consecución de objetivos y metas, además de la vocación y el trabajo vocacional, donde el status, el éxito y el reconocimiento social, son elementos fundamentales para el desenvolvimiento en el entorno social.  Se identifican valores importantes como la voluntad, la perseverancia y la constancia para alcanzar objetivos dentro del proyecto de vida de cada persona.

Seguidamente tenemos a la casa número 11, regida por el signo de Acuario y es opuesta a la casa número 5 regida por Leo. Esta casa representa a los grupos o asociaciones que tenemos en nuestro entorno, que incluye a los amigos, a los compañeros del trabajo y aquellos que forman parte de los proyectos.

Por estas razones, la casa número 11 se asocia con la integración y la vida social, con los maestros y cualquier persona que nos deje aprendizajes en el proyecto de vida que tengamos.

Finalmente, la casa número 12 cuya regencia astrológica es Piscis que representa el mundo místico, los sueños, la intuición y el inconsciente colectivo, con lo cual se simboliza a través de esta casa algo más allá que la vida terrenal, para profundizar en el conocimiento del mundo interno, en la visión que tenemos sobre el más allá o la vida después de la vida. Por otra parte, es opuesta a la casa número 6 que representa la salud, por lo que se asocia a enfermedades crónicas, hospitales, cárceles, monasterios, encierros y retiros prolongados, así como con los enemigos ocultos.

De esta manera, en esta casa se identifican las fortalezas y debilidades ocultas o desconocidas, y del surgimiento de las inseguridades, los miedos y los complejos, sin embargo, si los planetas que están en esta casa al momento del nacimiento son fuertes, surgen cualidades positivas para enfrentar situaciones difíciles y una mayor comprensión de todo lo relacionado con el mundo espiritual.

Es así como, los planetas que se encuentren ubicados en cada casa a la hora del nacimiento, son determinantes para identificar y analizar las características de cada persona y las circunstancias a las cuales pueden enfrentarse y que pueden ser utilizadas tanto por el astrólogo como por la persona consultada, para orientar sus decisiones en su proyecto de vida, y de esta manera lograr objetivos de una manera más fluida.

ALFA