Según investigaciones un componente defectuoso causó el accidente del vuelo QZ8501 de AirAsia en diciembre de 2014, así lo dijeron este martes las autoridades de Indonesia.  Las indagaciones también arrojaron que el modo de respuesta que tuvieron los pilotos ante un fallo técnico provocó el fatídico hecho.

Fue un componente defectuoso y la acción de los tripulantes lo que causó que el avión QZ8501 de AirAsia perdiera el control y se precipitara en el mar de Java el 28 de diciembre del año pasado. Las documentaciones indican que la computadora de control tenía una soldadura agrietada, produciendo que el aparato diera errores durante cuatro veces en el vuelo.

El Comité Nacional de Seguridad del Transporte de Indonesia, en su primer gran informe aportó información clave para dar con el origen de este siniestro que dejó como consecuencias la muerte de las 162 personas que se encontraban a bordo. El Airbus A320-200 a menos de la mitad de su trayectoria entre la ciudad de Indonesia de Surabaya y Singapur  a 40 minutos después de su despegar, se precipitó en el mar.

ACCIDENTE

Las averiguaciones dieron a conocer que la computadora de control de vuelo estaba en mal estado (tenía una unión de soldadura agrietada), lo que provocó el mal funcionamiento de la aeronave. Según los investigadores, el aparato manifestó 23 errores el año anterior.

Autoridades de Indonesia afirmaron que “la acción posterior de la tripulación se tradujo en la imposibilidad de controlar la aeronave”, originando que entrara en un estado de bloqueo prolongado, que la tripulación no fue capaz de recuperar”. Lo que podría entenderse que el avión presentaba fallas técnicas, pero sería la respuesta del piloto ante la situación irregular que llevó al aeroplano a estrellarse en el océano de Java.

El reporte inicial realizado en enero por el Comité Nacional de Seguridad del Transporte de Indonesia, dio a conocer que el piloto del vuelo QZ8501 pidió permiso para ascender y evitar una tormenta, logrando elevarse rápidamente antes de precipitarse.

Acerca de la maniobra del piloto, se supo que navegaba a 32.000 pies y de forma rápida y en tan solo 30 segundos ascendió a 37.400 pies; considerada una subida muy elevada, para la cual los aviones comerciales no están fabricados. Poco después de esto, el reactor desapareció del radar.

A pesar que la zona estaba afectada por patrones climáticos, otros siete aviones corrieron con mejor suerte, aterrizando de modo seguro en la región. Un dato curioso es que este suceso no fue el único registrado en el 2014 en el sudeste asiático, entre los que se encuentra la desaparición misteriosa del MH370.

Estos acontecimientos fatales deben ser tomados como referencia para la República de Indonesia y el mundo entero; recordándoles la invaluable importancia en el mantenimiento indispensable que deben tener los aviones, sobre todo, ante tantos casos reportados últimamente en el que miles de personas han perdido trágicamente sus vidas.

 

ALFA