La vida sin el agua no sería posible, nuestro organismo requiere mantenerse bien hidratado para un óptimo funcionamiento, el agua entre otras cosas, regula nuestra temperatura corporal, favorece la eliminación de toxinas, beneficia el funcionamiento intestinal y colabora con la tersura de la piel.
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y el Observatorio de la Nutrición y la Actividad Física, en el año 2008 crearon la Pirámide de la Hidratación Saludable, una guía que muestra cuáles son las bebidas más saludables para calmar tu sed y mantener una correcta hidratación, a través de los años y luego de constantes investigaciones la Real Academia Nacional de la Medicina en España realizó una última modificación en el año 2015.
La base de la pirámide está compuesta por aguas minerales de bajo contenido salino; el siguiente nivel considera el café, té, otras infusiones, bebidas refrescantes sin azúcar y las aguas minerales de mayor contenido salino; luego encontramos la leche y los productos lácteos, jugos de frutas y verduras, caldos, bebidas energéticas para deportistas y las bebidas con azúcar; en estos tres escalafones la recomendación de ingesta es de 10 vasos diarios; en el último piso de la pirámide están las bebidas refrescantes carbonatadas o no, endulzadas con fructosa o azúcar de las que sólo se sugieren consumir semanalmente.
Cuando la falta de hidratación en el organismo es de moderada a grave, podría ser necesaria la hospitalización, las personas en esta condición necesariamente recibirán cuidados hospitalarios que incluirán la administración de líquidos intravenosos con la finalidad de rehidratarlo; en el caso de la ingesta de bebidas alcohólicas en exceso nuestro cuerpo puede padecer de una deshidratación.
La Doctora Rosa Ortega Catedrática del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid ha comentado lo siguiente, “la mayoría de la población no se hidrata adecuadamente. No forma parte de nuestros hábitos. Es una asignatura pendiente. Hay personas que llegan a quedarse con un balance de líquidos negativo”.
Las personas que practican alguna actividad deportiva de forma regular tienden a no hidratarse adecuadamente, se pierden de 1,5 a 3,5 litros por hora de líquido a través del sudor cuando se realiza una actividad física fuerte, esta pérdida de agua ocasiona disminución en la sensación de la sed del deportista; la catedrática Ortega señala que “para las personas que les sienta mal beber durante el ejercicio deben intentar hacerlo en pequeños sorbos y con más frecuencia. Cada persona debe encontrar su pauta, pero lo que es indudable es que si está sudando tiene que rehidratarse”
Además del agua se recomienda el consumo de bebidas isotónicas, ricas en sodio, cloro y potasio, en su mayoría ayudan a reponer la pérdida de electrolitos que se produce con la práctica de ejercicios intensos y prolongados.
No existe ninguna duda de que el agua es la base de nuestra alimentación y no debemos descuidar su ingesta, procure mantenerse bien hidratado porque su cuerpo siempre estará agradecido.
ALFA