Las madres juegan un papel fundamental en la vida de un niño sano y feliz, es así como es una gran responsabilidad y tarea para cada madre tener que aprender muchas cosas que de las que jamás ni siquiera han escuchado hablar para poder forjadoras de hábitos y conductas sanas.

Esta responsabilidad no recae solo en las mujeres, también se encuentra la figura del padre en cada hogar que debe hacer su parte, pero, la mujer desde el vientre ya establece el primer vinculo con ese niño o niña que nace en su interior y que verá en ella un ángel de amor que le protegerá por el resto de su vida.

Desde los primeros meses en el crecimiento de cualquier ser humano debe haber cuidados específicos que le llevarán a ser una persona sana y feliz o por el contrario, enferma y amargada, cuya calidad de vida solo estará direccionada por el número de afecciones que pueda padecer.

Es así como el rol de las mujeres, sobre todos las madres es fundamental en este proceso de crecimiento, implementando técnicas y consejos que durante mucho tiempo han ayudado a las madres y en ocasiones otros tantos no escritos ejercidos o inventados por cada mujer para sus hijos.

El cuidado de un niño sano y feliz siempre inicia desde la alimentación, por ser parte del elemento principal que está relacionado con el crecimiento del cuerpo humano. Es por ello, que desde temprana edad se recomienda alimentar a los bebes a través de lactancia materna y no con formulas o suplementos de algún tipo, existen contadas excepciones sobre el uso de las formulas debido a enfermedades o falta de tolerancia de los niños.

Seguidamente, con el pasar del tiempo, los niños continúan creciendo y necesitan de una alimentación balanceada, baja en grasa, en la cual además se les inculquen los valores alimenticios necesarios, como el de comer vegetales para siempre estar sanos y fuertes.

Ya cuando el crecimiento inicia de forma más rápida, en la etapa de la adolescencia y la adultez hay ciertos factores a considerar, como la moderación en el consumo de azúcar, lo cual puede producir enfermedades irreversibles en muchos casos.

Pero no todo en la vida de un niño es la alimentación, porque hay factores no menos influyentes como la educación formal y emotiva, la cual debe ser impulsada por cada madre, al decirles a sus hijos lo mucho que le quiere, así como inculcarles los valores lo harán una persona de bien dentro de la sociedad moderna.

Otra recomendación que cada madre debe tomar en cuenta, está relacionada con el que dinero no puede comprar la felicidad, en este caso, no siempre es lo mejor brindar lujos y excesos a los hijos si no existe el cariño, amor y la educación necesaria dentro y fuera del hogar.

Las madres en general suelen ser ejemplo de sus hijos en la conducta ante cualquier aspecto de la vida diaria, por ello la importancia de que las cosas que se hagan siempre estén enfocadas para hacer el bien, impulsar la educación y sobre todo con mucho amor.

ALFA