Claramente el cómo cuidar la joyería de diamantes es algo que se necesita saber, pues estas pasan de ser un mero mineral trabajado delicadamente a ser una extensión valorada de nosotras mismas ya que en cada ocasión las impregnamos de nuestra esencia para lucirlas orgullosamente más que como un accesorio, como un símbolo personal que proyecta toda la gracia y encanto que llevamos por dentro, así que su continuo uso o solo tenerlas, exige un cuidado para conservarlas en su mejor estado.

En primer lugar, hay que saber que no todas las piedras preciosas requieren los mismos cuidados, no es la misma atención que necesita un anillo de oro con un diamante, que uno que tuviese una esmeralda o rubí, así que desde ese punto podemos partir. Otro factor importante, es seleccionar en donde hacer la limpieza; mientras que muchos escogen el fregadero o el lavabo, se suele recomendar usar un recipiente aparte pues claramente nadie quiere pasar el susto de perder por el desagüe una joya.

Luego de cerciorarse de que esta joya no tenga ninguna piedra o pieza suelta se puede preparar una solución de agua tibia para desprender la grasa con un lavavajillas no muy fuerte, pero siempre descartando el uso del cloro, pues este producto de limpieza puede blanquear al diamante usándolo, además de decolorar la montura y quitarle belleza a la pieza.

Tras dejar remojando la joya en la solución, se puede proseguir con la limpieza, para la que es recomendable un cepillo de cerdas bastante suaves, pudiendo bien ser uno de dientes, cejas o labios debido a su tamaño, para proceder a frotarlo con suavidad y calma, eliminando así, los residuos de maquillaje, laca o cualquier otra sustancia al que el diamante haya sido en algún momento expuesto durante su uso en esas ocasiones especiales o cotidianas en que siempre están para lucir.

Luego de ese delicado proceso, hay que proseguir a secar con un pañuelo limpio y suave, evitando tocar el diamante con los dedos, para no dejarle huellas que lo empañen; y así estará listo de nuevo para seguir complementando cualquier “outfit” con su brillo natural.

Consejos útiles a considerar

  • Es recomendable quitarse las joyas de diamante o de cualquier tipo que se suelan usar a diario, como sortijas de matrimonio, al momento de lavar los platos, hacer jardinería u otras actividades que la expongan a grasas o productos corrosivos.
  • Hacerle limpieza al diamante usando una gamuza mojada en alcohol de 90° le regresará su brillo.
  • Evitar el uso de servilletas de papel, junto a tejidos afelpados para limpiarlos o guardarlos en ellos.
  • Al momento de almacenarlos, evitar guardarlos sin cubrirlos bien, pues entre ellos se pueden rayar.

Finalmente, en cuanto al cuidado de las joyas de diamantes, solo queda decir que con atención y bastante cariño por este precioso accesorio, se puede conservar ese tesoro durante muchos años, en los que al igual que su portadora, con dedicación y amor, siempre podrá lucir.

ALFA