Constantemente el mundo del fitness nos sorprende con propuestas para moldear nuestro cuerpo y conseguir esa figura que siempre hemos deseado, como el CrossFit; un método de ejercicios que nos ayuda a lograr tonicidad y músculos definidos, pero también cambios a nivel mental.
El CrossFit es una práctica que fue ideada por Greg Glassman en 1995, como un sistema de entrenamiento para bomberos y policías de la ciudad de California en Estados Unidos. Este entrenamiento consiste en realizar ejercicios funcionales de intensidad alta en combinación con otras prácticas de varias disciplinas, como el atletismo, gimnasia o resistencia, prescindiendo de las máquinas y aparataje que involucran las rutinas de gimnasio.
Asimismo, esta técnica se ha extendido en varios países del mundo desde 2008 bajo el sustantivo de “milagrosa”, ya que pocos meses de entrenamiento son suficientes para ver resultados, producto de los ejercicios que se realizan bajo la guía de un entrenador, cambios en la alimentación y la motivación y necesidad de superación que implican los movimientos de CrossFit. Los cambios más notorios incluyen agilidad, resistencia, engrosamiento y definición muscular.
Una clase de CrossFit requiere una dedicación promedio de 45 minutos—en el box o sala de entrenamiento—que se considera el tiempo ideal para realizar ejercicios de calentamiento, técnica, potencia y fuerza, usando barras olimpíacas, sogas o balones. Todos los movimientos que se ejecutan por el alumno son supervisados por un coach, quien se encarga de que cada ejercicio se ejecute de forma adecuada, para evitar movimientos bruscos y lesiones. Entre los ejercicios que se consideran claves para todo prácticamente de esta disciplina están: las sentadillas de arranque, peso muerto de sumo con tracción alta, empuje de fuerza, sentadilla frontal, empuje de envío, empuje de hombros, peso muerto, cargada de balón medicinal.
Otra de las características que pesa sobre el CrossFit es su foco sobre las necesidades y edad de cada alumno. De acuerdo con el entrenador Daniel Tangona: “en esta disciplina todo se trata de superación y de competencia contra uno mismo”. “Las clases de CrossFit son completas y divertidas y siempre sorprenden con un ejercicio diferente”.
Por lo tanto, en el CrossFit el entrenamiento es progresivo, sobre todo cuando se está comenzando. Cuando se está en el nivel de principiante se recomienda asistir dos o tres veces a la semana, mientras el cuerpo se acostumbra a los nuevos movimientos. Después, cada quien es capaz de notar su progreso en cuanto a la resistencia y agilidad obtenida en cada movimiento y enfocarse en retos mayores, como levantar más peso o hacer más repeticiones de un ejercicio.
En general, esta práctica está orientada a aquellas personas que gozan de buena salud y quienes no posean daños importantes en las articulaciones, ya que de lo contrario estarían propensos a sufrir dolores y lesiones más graves. Como en cualquier actividad física la disciplina y la ejecución adecuada de los movimientos son una parte determinándote para lograr los cambios que queremos en nuestro físico.
ALFA