Entre las opciones de dietas y métodos recomendados para bajar de peso está la dieta disociada, la cual se caracteriza por no incluir ningún tipo de prohibición en cuanto a los tipos de alimentos que se pueden consumir durante su ejecución.

Aunque el concepto de dieta disociada existe desde inicios del siglo XX cuando fue inventada por el Dr. William Howar, es en los últimos años cuando ha cobrado importancia. La propuesta de Howar se basó en los resultados de un experimento personal, producto del diagnóstico de una enfermedad degenerativa del hígado. Para cuidar su salud, Howar optó por cambiar su menú con propuestas basadas en la teoría de las acumulaciones desequilibradas de los productos digestivos que se forman en el cuerpo y que alteran la salud. Después de tres mese de probar las combinaciones más saludables su salud mejoró.

A pesar de su popularidad esta dieta carece de aceptación científica, y son los testimonios de su propio creador y otras figuras del mundo de la nutrición los que respaldan su fiabilidad. Tal es el caso de la autora de libros sobre salud y nutrición Suzan Powell, quien afirma que se recuperó de un diagnóstico de cáncer  gracias a la aplicación de los principios de la dieta disociada.

 

La base de la dieta disociada está en el entendimiento de aquellas combinaciones de alimentos que son prudentes en cada comida y en las que se deben evitar mezclar proteínas con hidratos de carbono; una combinación poco saludable que hace que todo lo que se consume se convierta en grasa. Así, por ejemplo se tienen que evitar platos con carne y fideos, ya que la primera tiene proteínas y el segundo hidratos de carbono.

Otra de las premisas consiste en restringir el consumo de alimentos grasos con proteicos, en este sentido no se recomienda combinar porciones de frutos secos o lácteos con carnes. Al contrario de otro tipo de dietas, la disociada permite el consumo de lácteos, siempre que sean descremados.

Otra de las claves del éxito de la dieta recae sobre el hecho de que individualmente los alimentos resultan menos atractivos que como parte de un plato completo. Es decir, es más fácil sucumbir y comer más cantidades de un plato de carne con pasta, que con cada alimento por separado.

Una vez, sabiendo cuales son aquellas comidas y combinaciones que no le hacen bien a nuestro cuerpo, la dieta nos ofrece opciones de otras favorables como: bistec con ensalada verde, arroz con verduras, salmón con vegetales, lomo de cerdo con verduras, risotto. Todas estas preparaciones pueden ir con aderezos, con aceite de oliva y  especies como, sésamo, curry, azafrán, jengibre, pimienta.

A pesar de los casos de éxito que avalan esta dieta, también existen versiones que la catalogan como una dieta desequilibrada que causa deficiencias nutricionales después de varias semanas, como fatiga, disminución de masa muscular y desnutrición.

La propuesta de la dieta disociada resulta favorable al cuerpo porque no implica pasar hambre ni abstenerse de consumir alimentos. Aunque es una dieta que opta por combinaciones saludables y llenas de sabor, quienes piensan en adoptarla deben hacerlo previa autorización médica.

ALFA