El hombre en su afán de desarrollarse desde el punto de vista económico y social, siempre ha encontrado en la naturaleza los recursos para tal fin, sin embargo, el desmedido abuso de éstos han provocado el deterioro de los ecosistemas naturales y la desaparición de especies, que ha traído graves problemas ambientales a las nuevas generaciones.

En consecuencia, este modelo de desarrollo humano basado en excesiva explotación de los recursos naturales, ha sobrepasado los límites de la sostenibilidad, provocando el llamado cambio climático, la destrucción de la capa de ozono, el aumento de la contaminación, entre otros problemas que condicionan la vida de la fauna y la flora, y por ende del mismo hombre.

De allí que, es una necesidad crear conciencia y desarrollar actividades dirigidas a rescatar valores ambientales y a proteger la naturaleza, a través de disciplinas como la educación ambiental, la  sostenibilidad, la agroecología, entre otras, que proponen acciones encaminadas a  rescatar la biodiversidad y los medios de subsistencia, para de esta manera disminuir los daños en el medio ambiente y preservar la vida en el planeta.

De esta manera, surge el  ecoturismo como aquella actividad turística que promueve y desarrolla la sostenibilidad, con la finalidad de revertir los daños ocasionados por el hombre durante el desarrollo de actividades propias de las visitas de turistas a distintos lugares en el mundo, y que va más allá del intercambio turístico, para convertirse en un vehículo que logre la educación ambiental como tal, inculcando valores ambientalistas en las personas, para que así se conviertan en portavoces y se logre  proponer nuevas formas de conservación.

Por tanto, el ecoturismo  representa una alternativa que cada vez tiene mayor auge en el mundo, considerando que a través de él se puede disfrutar de la naturaleza, sus grandes bondades, paisajes maravillosos y todas las ventajas que ella nos otorga, sin ocasionar impactos negativos al medio ambiente, o por lo menos minimizando lo más posible ese impacto.

Es importante también destacar el hecho de que toda actividad productiva busca generar ingresos, para así poder mantener este sector que mueve a tanta gente alrededor del mundo, por lo que debe aclararse que el ecoturismo tiene  un impacto económico significativo como sector particular y como parte del sistema  turístico global, además de estimular el nacimiento de pequeñas y medianas empresas, tanto urbanas como rurales, que refuerzan los principios de sostenibilidad y el turismo con propósitos ambientalistas.

Se basa así el ecoturismo en el desarrollo de proyectos que requieren inversiones pequeñas, accesibles y de riesgos menores, con la finalidad de apoyar a pequeños y medianos emprendedores, desde la base de la equidad, la justicia social, la redistribución y por supuesto del desarrollo social que aumente la calidad de vida de las comunidades, siempre y cuando se proteja y se conserve el ambiente, despertando la conciencia en cada turista que visita los lugares más hermosos del planeta.

Desde esta perspectiva, en muchos países se han desarrollado proyectos dirigidos a conseguir los objetivos de sostenibilidad y conservación, siendo Costa Rica uno de los dedicados a tal fin, cuyas metas se han dirigido a conservar sus áreas naturales, flora y su fauna, a través de un  uso adecuado de los recursos naturales, y con miras a establecer actividades productivas que sean la base económica y social de cada región, sin poner en riesgo la vida de las especies, porque de lo contrario esta explotación conllevaría a pérdidas naturales y económicas para este país.

Ahora bien, Costa Rica cuenta con las condiciones ambientales y los paisajes, fauna y flora suficientes para desarrollar el ecoturismo, con un 5% de la biodiversidad del planeta, ubicada en un territorio tropical de apenas 51 mil kilómetros cuadrados,se convierte en el país con la mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado del planeta. Además, posee playas paradisíacas, extensos bosques y selvas, y sus característicos sistemas montañosos y volcánicos que llaman la atención de millones de turistas alrededores del mundo, amantes de la naturaleza, de la aventura y ese sabor a trópico que los envuelve.

Por ese motivo, Costa Rica se ha convertido en uno de los destinos  del turismo ecológico más importantes, considerando a su vez que la cuarta parte del país   está destinada a parques nacionales o zonas protegidas, por lo que se han implementado estrategias de promoción y conservación dentro del marco de la sostenibilidad y la educación ambiental, que han logrado posicionarlo  como uno de los destinos ecoturísticos más importantes a nivel mundial.

La historia del ecoturismo en Costa Rica, nace después de la guerra civil de 1948, cuando la educación se impone al poder militar, y el naciente gobierno decidió abolir el ejército y destinar sus recursos económicos a la educación del país, y con ello sembrar valores ambientalistas en su población,  convirtiéndose en una de las primeras naciones del mundo en eliminar sus fuerzas armadas.

Posteriormente, Costa Rica funda la primera reserva natural histórica de ese país en 1963 y en 1970 creó la red de parques nacionales. Ya para la década de los ochenta, Costa Rica convirtió parte de su deuda externa en bonos de conservación ecológica, cuyos fondos se utilizaron para financiar proyectos de instituciones ambientalistas para promover la educación ambiental, ecoturismo, sostenibilidad de bosques y selvas, parques nacionales y áreas protegidas.

Es así como, esta labor  ecológica propició la visita de investigadores y científicos de universidades europeas y norteamericanas, que han aportado sus conocimientos al desarrollo de la ecología y todo lo que tenga que ver con la conservación del ambiente, lo cual ha favorecido enormemente al ecoturismo y sus diversas modalidades.

Al transcurrir el tiempo, Costa Rica se fue afianzando en el ámbito del ecoturismo, y logró posicionarse como un destino ecoturístico internacional, alcanzando su primer millón de visitantes en 1999. Ya para el año 2012 fue incluido en la lista de los 10 mejores destinos éticos de la Revista Etichal Traveler Magazine, logrando para  ese año, contribuir  con un 12.5% al Producto Interno Bruto, con 2.4 billones de dólares, siendo clasificada como el quinto país  con el mejor   índice de desempeño ambiental a nivel mundial.

Más recientemente, en el año 2015, Costa Rica recibió a más de dos millones y medio de visitantes, de los cuales la mitad se involucró en actividades de ecoturismo, en las diferentes reservas y parques naturales protegidos, dentro de los cuales se destacan los siguientes:

Tortuguero en el Caribe Costarricense

Este es uno de esos lugares que los turistas amantes de las aves visitan con  mucha frecuencia, debido a la gran diversidad de especies de aves que habitan sus bosques, costas y manglares, así como las que pasan normalmente en su proceso migratorio hacia otras regiones. Entre los meses de Junio y Septiembre se puede observar el desove de las tortugas, mientras se disfruta se hermosos atardeceres donde predomina el color rojizo reflejados que se refleja en aguas cristalinas.

Dentro del gran número de especies de aves que se distinguen  en Tortuguero se encuentran: el Halcón Peregrino, Gavilán Chapulinero, el Águila pescadora, distintos tipos de  colibrís, como el ermitaño bronceado, el ninfa del bosque, y otras aves como el ibis verde, los papagayos rojo y verdes, carpinteros, orioles, tucanes, garzas, el garzón azulado, etcétera.

Parque Nacional Manuel Antonio

Este parque es uno de los más conocidos de Costa Rica. Se encuentra localizado en la provincia de Puntarenas, cuenta con playas paradisíacas, y una gran reserva de especies de fauna y flora que asombra a los visitantes, quienes pueden realizar recorridos con guías turísticos, además de actividades recreativas en los entornos naturales que las empresas ecoturísticas ofrecen a bajos costos.

Hacienda Guachipelín

Esta hacienda se encuentra ubicada al pie del Volcán Rincón de la Vieja y  en sus alrededores se encuentra un bosque virgen,  aguas termales,  cataratas y ollas de arcilla volcánica, en los cuales se realizan distintas actividades ecoturísticas en una granja que posee majestuosos caballos en los cuales se pueden realizar recorridos maravillosos para observar todo lo que naturaleza brinda.

Carretera a Guanacaste

Esta carretera es muy famosa por sus exuberantes paisajes, y porque esconde una montaña mágica de Monteverde, que resguarda una gran diversidad del país. El recorrido sumerge al visitante en lo más profundo de la naturaleza costarricense, además de localizarse hoteles clasificados en la categoría de sostenibilidad, que brindan la comodidad necesaria para disfrutar de un viaje totalmente natural.

La Fortuna

Esta pequeña localidad situada en la provincia de Alajuela, se ha convertido en uno de los principales sitios ecoturísticos de Costa Rica, debido a la amplia diversidad de actividades a través de las cuales los turistas pueden establecer un contacto con la naturaleza, sobre todo en los alrededores de sus abundantes bosques y ríos.

Por otra parte, “La Fortuna” es la puerta de entrada al Parque Nacional Volcán Arenal, donde se encuentra el volcán más activo del país. Entre las actividades turísticas que se ofrecen en este lugar, se encuentran los recorridos y disfrute de las aguas termales, el “canopy”, “rafting”, la observación de aves y sobre todo el senderismo.

Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde

Esta reserva es otra de las maravillas naturales de Costa Rica, situada en la provincia de Puntarenas, y cuenta con una extensión de 10.000 hectáreas, proveyendo protección a los bosques nubosos de la Sierra de Tilarán, siendo uno de sus principales atractivos, la amplia ruta de senderos a través de exóticos paisajes y  bosques nubosos.

Parque Nacional Isla del Coco

Esta isla también se encuentra ubicada en la provincia de Puntarenas,   contando con 99.725 hectáreas llenas de impresionantes escenarios naturales, playas de aguas turquesas, enormes cascadas, bosques húmedos tropicales, cavernas acuáticas con fondos marinos espectaculares, considerados entre los mejores del planeta para practicar buceo, además de  acantilados que superan los 180 metros de altura, razón por la cual fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

ALFA