Educación para la felicidad. La educación positiva para los niños resulta en un método donde se aprenden valores, prioridades, y destrezas manteniendo como guía el uso de la disciplina, el respeto, y el amor. Llamada por los especialistas como el salvavidas del siglo XXI. La educación positiva mantiene en orden las diferentes responsabilidades con las que un niño debe crecer, pero también, coordina la motivación de las destrezas que va afianzando en su vida.
El porqué de la educación positiva. La ONG ‘Save the children’ (Salven a los niños) presentó una guía llamada “Quién te quiere a ti”, donde presenta los motivos del porqué la educación positiva es necesaria para adecuarla a la enseñanza infantil, dejando de lado métodos arcaicos y contraproducentes como lo son las amenazas y el castigo físico.
De acuerdo a la investigación, «el castigo físico o psicológico supone una vulneración de los derechos de los niños. Los azotes, insultos o amenazas causan en los niños dolor, tristeza, miedo o soledad y legitiman el uso de la violencia entre generaciones», por lo tanto, mediante la educación positiva se ofrecen herramientas alternativas de educación y corrección disciplinaria, basadas en el afecto, el respeto, y el claro establecimiento de normas y límites.
El primer paso que todo padre debe aplicar es entender la etapa por la que pasa el niño. Edúquese sobre su hijo. Conocer la relación del aprendizaje con las características de cada etapa en el desarrollo infantil es muy importante pues que, así el padre y la madre sepa el motivo de cierto comportamiento, y la habilidad que deberá aplicar para solucionar cuando se presente alguna situación conflictiva.
Elabore un plan de objetivos de conducta con su hijo. Involucrandolo en la realización del esquema de reglas y límites, dialogue con su pequeño sobre las conductas permitidas y las que no ha de seguir. Explique el motivo de cada objetivo, ayudando entre ambos a explorar las consecuencias de ciertas conductas. De esta manera le hará más fácil comprender el porqué del plan, y el porqué la necesidad de seguirlo al pie de la letra.
Piense en lo positivo y no en lo negativo. Al momento que se presente un problema o rompa alguno de los límites establecidos, siéntese con él, dialogue sobre lo sucedido, hágale entender el peso de sus acciones, y la comprensión de la palabra responsabilidad. En lugar de llevarlo a lo emocional, piense, razone y medite sobre el comportamiento que adoptó y establezca de manera clara la firmeza en cada una de sus decisiones posteriores.
La base de un comportamiento infantil positivo, es el ejemplo de un comportamiento adulto positivo. La ONG ‘Save the children’ remarca en su estudio que el comportamiento de un niño depende en gran medida del comportamiento que este observe en sus padres, por lo tanto, cada acción que realice repercute definitivamente en ese plan de objetivos y en esas normas establecidas en conjunto. Usted es su mayor ejemplo.
ALFA