En Brasil, ha ocurrido un hallazgo que mantiene sorprendidos a los científicos, se trata de un cráneo de un hombre decapitado quien se sospecha fue víctima de un ritual religioso, ya que junto a la calavera  se encontraron  dos manos amputadas, tapándole los ojos. Este hecho ha revelado el caso más antiguo de decapitación humana ya que los restos datan de hace más de 9.000 años, siendo posiblemente de los primeros que ha sido documentado en América y, posiblemente, en el mundo.

El Instituto Max Plank de Alemania, ha sido el responsable del hallazgo en un  estudio dirigido por André Strauss, garante directo de la investigación. Este hecho ocurrió en una remota cueva de Lagoa Santa, municipio brasileño del Estado de Minas Gerais y que ha sido publicado por la revista del instituto. En 2007 los científicos descubrieron en una cueva un cementerio con decenas de tumbas de cazadores y recolectores que habitaron la región hace más de 12.000 años.

En el hallazgo reciente se observa que los restos, aparentemente, se ajustan a  la norma de este tipo de enterramientos hasta que, a unos 55 centímetros de profundidad, encontraron el cráneo que resulta inexplicable de un hombre que tenía dispuesta sobre su cara dos manos amputadas, aparentemente tapándole los ojos. Según los investigadores, la mandíbula y sus vértebras presentaban señales de haber sufrido un corte que lo habría decapitado.

La mayoría de decapitados de las civilizaciones incas, nazcas, moche o wari, han sido hallados en la zona de los Andes, causando una de las cosas que extraña a los arqueólogos por el lugar donde fue encontrado, debido a que Lagoa Santa se encuentra muy alejada de esa región y el hombre decapitado es mucho más antiguo.

Estos científicos presentan varias hipótesis para explicar la disposición de los restos. Según plantea Domingo Salazar García, investigador español del Instituto Max Planck «En muchas ocasiones se mutilaba a los enemigos derrotados y sus restos se convertían en trofeos que se lucían en lo alto de un palo o colgados con una cuerda».

Explica Salazar-García, que el hecho de esta disposición de las manos y otras partes del esqueleto dispuestas junto al cráneo, confirma la teoría que se trata de una forma de transmitir un mensaje religioso, puesto que no existe ningún otro enterramiento con estas características. También informa que al momento de  extraer colágeno de los huesos para identificar la fecha de la muerte por medio de la técnica del carbono 14, por sus marcas se estima que fue decapitado con una piedra afilada, posteriormente a los análisis se estableció que la víctima fue un hombre de unos treinta años de edad aproximadamente.

Existen demasiadas incógnitas sobre el extraño hallazgo realizado de los restos del decapitado más antiguo de América, lo cual lleva a continuar los análisis antropológicos necesarios a fin de determinar y explicar lo que quizás permitiría entender más el increíble origen de la población americana.

ALFA