La cultura maya es muy amplia y cuenta la historia de varios dioses, pero hoy en este artículo queremos hablarle específicamente del Dios maya del viento, Quetzalcóal, considerado como uno de los más grandes dioses antiguos, adorado además en toda Mesoamérica.

Su nombre está compuesto por dos palabras, quetzal, que es un ave de hermoso plumaje que habita la selva del sureste de México y parte de Centroamérica, y cóatl, que significa “serpiente”, siendo traducido o interpretado por los españoles como “serpiente emplumada”.

Igualmente, ha sido calificado como el creador de las cinco edades cósmicas de los hombres, dador de vida a costa de su sangre, el que junto con Tlaloc arrebató a las hormigas para que los hombres se alimentaran. Según la leyenda cayó en la trampa de los magos y pecó, salió de Tollan, yéndose hacia  “el lugar de la quema”, vaticinó su regreso y se incineró.

Se dice que era el hijo de Camaxtli y Chimalma, nació en Michatlauhco, su madre murió durante su nacimiento y fue educado por sus abuelos. Cuenta la leyenda que Quetzalcoatl y su hermano gemelo Xólotl, descendieron al infierno, para recuperar los huesos humanos, que al recibir gotas de su sangre comenzaron a resucitar, por lo cual los hombres se consideran hijos de Quetzalcóatl.

Además, era un Dios creador y de la sabiduría, les enseñó a los humanos a cultivar, la orfebrería, la astronomía, las matemáticas, la cerámica, la construcción, la medicina, la práctica de penitencias y el autosacrificio. Representa un Dios benévolo que lleva alrededor de su cuello una “joya del viento”, hecha de una concha y su cabeza fue adornada con un jaguar y una pequeña tapa, un hueso sobresale de la cabeza del que fluye la sangre que nutre su nahualli, el pájaro Quetzal.

Los mayas y aztecas veneraban las plumas del Quetzal como una alegoría del crecimiento de las plantas. Eran muy valiosas y los más poderosos las llevaban en sus atuendos. De esta manera, gobernantes y nobles se distinguían del resto acercándose al Dios Quetzalcóatl. Uno de los tocados más famosos es el penacho atribuido a Moctezuma. Para conseguir las largas plumas iridiscentes, debían capturar al ave y después liberarla. Matar a un Quetzal era un crimen castigado con pena de muerte.

El Dios maya del viento, Quetzalcóatl, fue representado en muchas formas, una de ellas es como un hombre de tez blanca, cabellos y barba rubios, con unas orejeras de concha, el cuerpo pintado de negro, un gorro cónico y los instrumentos para autosacrificio como púas de maguey y punzón de hueso. En 1519, cuando el conquistador Hernán Cortés llegó a Mesoamérica, el emperador azteca, Moctezuma Xocoyotzin, creyó que Cortés era el Dios Quetzalcóatl y por eso facilitó la conquista española.

Finalmente, las enseñanzas de Quetzalcóatl quedaron recogidas en ciertos documentos llamados Huehuetlahtolli, “antiguas palabras“, transmitidos por tradición oral y puestos por escrito por los primeros cronistas españoles, esta transmisión también se relaciona con el sexto sol y la finalización del calendario maya en el año de 2012, la famosa profecía.

ALFA