El mal aliento o halitosis es un problema bastante común que sufren muchas personas. Y que puede afectar no solo su imagen sino también la forma como se relacionan con otras. Ya que puede ser considerado únicamente un signo de descuido y falta de higiene, aunque también puede ser un indicio de ciertos problemas de salud. Sobre todo, asociados con el sistema digestivo o respiratorio.

Sin duda, se trata de un problema que tiene muchas causas patológicas y no patológicas. Pero entre ellas, la que tiene mayor incidencia en que se presente son algunos hábitos que realizamos diariamente. Por ello, identificar cuáles son aquellos que lo causan puede significar una gran diferencia.

El mal aliento Halitosis
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Principales hábitos que causan el mal aliento

El consumo de ciertos alimentos

Entre todos los hábitos que tenemos a diario, la alimentación y la dieta que llevamos influyen mucho en que tengamos mal aliento. Pues, el consumo de alimentos como el ajo o la cebolla, cuyos olores persisten durante mucho tiempo después de ser consumidos, puede ser la causa.

Aunque estos no son los únicos, ya que también otros alimentos pueden provocarlo. Entre ellos los productos lácteos, el brócoli, o la coliflor, la piña, el rábano, jugo de tomate o los atunes en conserva. Ya que en su mayoría son ricos en azufre y en otros casos reaccionan con las bacterias y aminoácidos de la boca provocando mal aliento.

Sin embargo, muchos de ellos son beneficiosos para nuestra salud en general. Así que no podemos eliminarlos de nuestra dieta, pero podemos neutralizar su efecto con otros alimentos que nos ayuden a tener un aliento fresco. Expertos aseguran que las manzanas, los clavos de olor, el eneldo, anis, perejil, zanahorias, peras, sandía o kiwi ayudan a combatir el mal aliento. De igual manera podemos recurrir a infusiones de plantas como la menta, el eucalipto, el tomillo, la salvia o el romero.

El consumo de medicamentos

La ingesta de determinados medicamentos puede tener como efecto adicional el mal aliento. Ya que algunos de sus componentes producen sequedad bucal o xerostomía, la cual favorece la proliferación de bacterias lo que indirectamente produce halitosis. Mientras que otros medicamentos luego de descomponerse liberan sustancias químicas que son transportadas al aliento.

Mala higiene dental

Esta es una de las principales causas del mal aliento y la primera que debemos combatir cuando sufrimos de este problema. Ya que, si no se elimina completamente la placa bacteriana a través de un buen cepillado, estamos contribuyendo al crecimiento y acumulación de bacterias. Sobre todo, entre los dientes, la lengua y alrededor de las encías lo que resulta en un espeluznante aliento.

Además, esto puede traer consigo otros problemas como el sarro o la caries, que a largo plazo pueden tener consecuencias más graves para nuestra salud bucal. Por eso, aunque parezca trillado solamente el hecho de cepillarnos correctamente no eliminará por completo la placa. También es importante utilizar el hilo dental, un antiséptico adecuado y cepillar la lengua con un raspador de lengua plano.

Estos buenos hábitos, nos ayudaran a eliminar las partículas de alimentos que se pueden pegar entre los dientes y encías. Así como los gérmenes que causan el mal aliento.

Fumar y masticar tabaco

Además de provocar la caries y otros problemas de salud. El consumo de productos con tabaco es una de las principales causas por las que se produce el mal aliento. Esto se debe a que contienen sustancias como el alquitrán y la nicotina. Que son capaces de adherirse a los dientes, la lengua y las mucosas de la boca, alterando la flora bacteriana de la mucosa oral.

Además, el tabaco también provoca que segreguemos menos saliva, es decir, xerostomía y por consiguiente se haga presente en nuestras vidas el mal aliento. Tengamos presente que la saliva cumple un papel importante para tener un buen aliento. Ya que nos ayuda a mantener en equilibrio las bacterias presentes en nuestra boca y al segregar menos cantidad estamos reduciendo la protección ante ellas.

Es por ello que la xerostomía favorece la proliferación de unos microorganismos que se alimentan de los restos de comida, conocidos como bacterias saprófitas.

Ayunos y dietas

Asi como lo que comemos tiene incidencia en nuestro aliento, lo que no comemos también se manifiesta en él. Si bien parece difícil de creer, los ayunos prolongados y dietas demasiado bajas en calorías también tienden a provocar halitosis. Esto se debe a que el ayuno genera en nosotros un estado de hipoglucemia, o una baja en los niveles de glucosa en la sangre.

Esto provoca que para reponer los niveles de azúcar en la sangre, el cuerpo genere junto con algunos ácidos grasos, compuestos de mal olor. De igual manera, al no estar masticando nada durante algún período de tiempo estamos disminuyendo el flujo salival y provocando la sequedad bucal. Que como se ha dicho es otro de los grandes causantes de la halitosis.  

Aunque la halitosis causada por el ayuno es temporal y fisiológica. Para evitar el mal aliento a la hora de perder peso se recomienda consumir cada tres o cuatro horas un puñado de frutos secos para evitar la hipoglucemia. Adema de tomar líquidos continuamente para evitar deshidratarse y estimular la salivación.

No tomar suficiente agua

Para nadie es un secreto que tomar agua es altamente beneficioso para la salud. Pero lo que muchos parecen ignorar, es que también lo es para estimular la salivación y evitar el mal aliento. La razón está, en que cuando no tomamos suficiente agua, nuestra boca no tiene suficiente humectación para producir saliva.

Lo que provoca sequedad y evita que los restos de comidas y bacterias causantes del mal aliento sean arrastradas lejos de la boca. Además de favorecer el desarrollo de caries y problemas periodontales.

Comer muchos dulces

El alto contenido de azúcares presente en los dulces y golosinas, hace que estos se peguen a los dientes permaneciendo allí por más tiempo. Lo que facilita el crecimiento de bacterias en la boca, lo que puede provocar mal aliento.

Los odontólogos afirman que principalmente los dulces adherentes como las gomitas y los caramelos son los más dañinos. Por lo que recomiendan que, en lugar de comer estos dulces, optemos preferiblemente por un trozo de chocolate puro. Ya que tiene menos azúcar y se disuelve más rápidamente en la boca.

ALFA