El desarrollo tecnológico ha traído al hombre muchos avances que inciden directamente en su calidad de vida, pero algunos procesos industriales han ocasionado diferentes problemas ambientales que deterioran al medio ambiente, y al final afectan a toda forma de vida en nuestro planeta, incluyendo la de nosotros mismos. De allí la importancia de considerar el reciclaje como una alternativa para minimizar los efectos causados por determinados procesos industriales, dentro de los cuales se incluye a todo lo que tiene que ver con la “moda”.

Es por ello, que la moda no puede permanecer indiferente ante esta problemática, haciéndose cada vez más evidente la necesidad real de incluir la sostenibilidad como elemento fundamental en la industria textil, considerando que en el mundo se consumen más de 100 millones de prendas nuevas cada año, según los datos aportados por un documental titulado “El verdadero costo de la moda”, lo cual representa más del 400% de la cantidad que se había consumido hace veinte años.

Un caso particular es el de los jean desteñidos, los cuales requieren del uso de un compuesto químico llamado “permanganato de potasio” para poder lograr su aspecto característico, el cual resulta muy perjudicial para el ambiente y para la salud del ser humano, causando un impacto ambiental y social considerable, producto del mal uso  de tecnologías, las cuales deberían dirigirse a la reducción de la cantidad de agua y de energía utilizados en la fabricación de un producto de consumo masivo  como el jean.

Por lo tanto, diversas empresas alrededor del mundo, han tomado iniciativas para desarrollar tecnologías alternas dirigidas a la aplicación de métodos de producción para reducir la contaminación de las tierras de cultivo, del agua y los desperdicios de materiales y textiles.

Uno de estos ejemplos es el desarrollado por una empresa española llamada “Jeanología”, la cual realiza el proceso de desteñido de los “jeans”, a través del uso de una máquina láser, la cual realiza los desgastes de esta prenda de forma rápida y segura, eliminando el químico “permanganato de potasio”, lo cual es un avance bastante favorable para el medio ambiente.

Evidentemente, la existencia de este tipo de empresas enrumba a la industria textil hacia un camino más acorde a las necesidades del medio ambiente y de los seres vivos. Prueba de ello, es su ardua labor y empeño por crear nuevos procedimientos y máquinas, como por ejemplo la lavadora que reduce el consumo de agua en el 67% y de energía en el 62%, además de otra máquina llamada “E-flow”, la cual transforma el aire de la atmósfera en nano burbujas utilizadas para suavizar la tintura necesaria en la producción de jeans.

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Otras empresas que se han sumado a promover el reciclaje en la industria de la moda son Nike y Patagonia, las cuales se han abocado a usar tecnología de conversión de materiales reciclados de prendas de vestir, para lo cual se utilizan textiles inteligentes que se obtienen del reciclaje de botellas de PET, así como de sus mismos productos.

En este sector, es muy conocida la labor de una empresa colombiana llamada “Enka,” la cual diseño de manera maravillosa un sistema para captar las botellas PET (plástico) y convertirlas en hilos, que posteriormente son usados en la confección de telas como las utilizadas por la famosa marca “Speedo”, que son clientes de esta importante empresa que funciona en Colombia.

Son muchos los ejemplos de empresas dedicadas al reciclaje de las prendas, con el fin de abaratar costos y aportar a la conservación del ambiente, como es el caso de la empresa italiana “Officina +39”, la cual oferta químicos, colorantes y pigmentos, que se obtienen a través de un proceso donde se usa ropa usada, material fibroso y desechos textiles que son convertidos  en polvo y pigmentos, que son utilizados posteriormente en la elaboración de ropas de todo tipo, y con este proyecto llamado “Recycrom”, han logrado reusar el 100% de los materiales reciclados.

Asimismo, ha sido reconocida la labor de una y diseñadora ecuatoriana llamada Ángeles López, quien se dedica a recolectar los retales o desperdicios de las fábricas textiles, aprovechando al máximo los pedazos de tela que resultan de los cortes, con el fin de utilizarlos en los diseños de su marca de ropa casual “Charana”, donde se llega a usar hasta el 95% de los materiales reciclados, los cuales tenían como destino los botaderos de basura y rellenos sanitarios.

De esta manera, es obvio y placentero decir que se suman cada vez más diseñadores de moda a la adopción del reciclaje en la creación de prendas de vestir, aportando así un granito de arena para conservar el ambiente, a través de un proceso de recuperación que da vida a materiales objetos que seguramente iban a contaminar el ambiente.

Ejemplos como el del famoso diseñador Martin Margiela, vale la pena mencionarlo, ya que desde hace más de veinte años viene creando prendas únicas, a partir de prendas de vestir usadas y otros materiales u objetos, sin embargo, las mismas están dirigidas a una clientela con poder adquisitivo elevado, debido a que sus colecciones exigen muchas horas de trabajo.

Dentro de la lista de diseñadores dedicados a esta labor, se encuentran Eliza Gabirel, Liza Grinberg y Matthew Allen, mientras que en el ámbito de la joyería se podría citar a la marca Cruselita, la cual propuso por vez primera un conjunto de joyas elaboradas con embalajes metálicos, el cual incluía pulseras, cadenas, collares, anillos y pendientes muy llamativos que fueron muy bien aceptados en el mercado.

Pero no todo queda en manos de las empresas como principales elementos que hacen posible que las prendas lleguen al consumidor, sino que individualmente cada persona debe hacer su trabajo, y no desechar todo y enviarlo al botadero a contaminar el ambiente, porque frecuentemente nos deshacemos de prendas en buenas condiciones porque ya no nos gustan, y vamos corriendo a las tiendas para comprar unas nuevas, volviéndonos consumistas y poco conscientes.

Por ello, debemos convertirnos en entes multiplicadores del reciclaje a través de diversas acciones que trataremos de resumir en este artículo, y que nos permitirán hacer un aporte a la conservación del ambiente, en el cual vivimos, respiramos y nos vestimos, porque si seguimos contaminándolo, los primeros afectados somos nosotros mismos.

En este sentido, debemos recordar que casi todas las prendas que usamos son fabricadas a partir de cuatro materiales básicos, como lo son la lana, el  algodón, la  seda, que son obtenidas de forma natural,  y las  fibras sintéticas que son productos  derivados del petróleo, pero más allá del origen, lo importante es que en el proceso de fabricación se aplican métodos y procedimientos que pueden perjudicar el medio ambiente, como lo son;   los recubrimientos de las telas,  la producción y uso de tintes,  el blanqueo, etcétera.

El caso más negativo es el de las fibras sintéticas como el nylon o la lycra, cuya fabricación produce un efecto negativo en la atmósfera, debido a que sus complejos procesos químicos, utilizan los derivados del petróleo a través de mecanismos contaminantes de por sí, y cuando se fabrican excesivamente se están generando dos fuentes contaminantes, la que se deriva de la explotación del petróleo y la originada por la fabricación de las telas.

Por ende, debemos tomar conciencia acerca de la adquisición desmedida o exagerada de este tipo de prendas, y darle mayor importancia y cabida en nuestras vidas a la reutilización de la ropa que ya no usemos o que haya dejado de ser útil en nuestro armario, ya que al  hacerlo se está haciendo un aporte para disminuir el  impacto medioambiental, al minimizar los  procesos industriales relacionados con la fabricación de este tipo de ropas, que a su vez genera un ahorro de agua y energía, así como menor producción de residuos.

Es por ello, que te invitamos a adquirir hábitos que te lleven a la toma de conciencia, adoptando un modelo de consumo responsable, es decir, sin que dejes de comprar ropa que te guste o que quieras lucir siempre bien, porque tu entorno te lo exige, no necesariamente debas mantener un consumo masivo que en algunos casos es hasta enfermizo,  y  se trate de adquirir esa conciencia  medioambiental que tanto necesita el planeta.

Para lograr esto, debemos comenzar por aplicar ciertos métodos muy eficaces que de seguro te interesarán. Comencemos creando nuevos accesorios, los cuales los puedes diseñar utilizando retales de prendas viejas o dañadas para elaborar nuevos accesorios, por ejemplo, pulseras, collares, cinturones y hasta manteles.

Además, si tienes niños a quienes regalar un juguete, puedes elaborarlos a partir de esas prendas que ya no usas y que aún están en buen estado como para crear títeres, marionetas o incluso peluches. O si no, visitas y ofreces estas prendas a tiendas que se dedican a venderlas a otras personas, las cuales se llaman comúnmente tiendas de segunda mano o ventas de garaje. Allí obtendrás un dinero extra, y gana todo el mundo, el dueño de la tienda y quien obtiene una prenda que le gusta a menor costo, y por supuesto gana el medio ambiente.

También se puede reutilizar las prendas, transformarlas creando un nuevo estilo, o cambiándolas de tal forma que parezcan nuevas y adaptadas a la temporada. Asimismo, se puede encontrar nuevo uso a las telas, como por ejemplo hacer una cobija para dormir o vestir la cama, forrar unos cojines o muebles, elaborar una lámpara, etcétera.

Pueden ser tantos los beneficios que se generan al reciclar, y que se pueden realizar sin tanto esfuerzo, pero debemos partir de la toma de conciencia, recordando que no sólo te estás beneficiando a sí misma, estás ayudando al planeta, porque estarías aportando efectos positivos para el equilibrio planetario, debido a que el reciclaje reduce la emisión de gases a la atmósfera, disminuye el vertido de aguas residuales, así como de la cantidad de agua utilizada, se evita el cultivo excesivo de textiles y la producción desmedida de estos, así como el abuso de los suelos, reduciéndose  el uso de fertilizantes y sustancias químicas. Como verás son muchas las razones para reciclar a la hora de vestir.

ALFA