La naturaleza no deja de sorprender, especialmente cuando se trata de piedras, pues es impresionante la cantidad de gemas que ella produce. Sin embargo, uno de los detalles más curiosos o característicos es que las mismas han existido desde hace miles de años. Tal es el caso del zircón, una de las piedras preciosas más interesantes y, a la vez tergiversadas en cuanto a su tiempo de existencia en el planeta tierra, pero gracias a la ciencia y a la tecnología se logró descubrir que el zircón es la gema más antigua.

El zircón o circón como también se le conoce, es un mineral, el cual de acuerdo a la clasificación de Strunz, perteneciente a la familia de los nesosilicatos, el mismo puede presentarse en una cantidad de colores variables, tales como: amarillo, rojo, verde, azul, violeta, negro e incoloro.

En cuanto a la etimología de su nombre, el que comienza por “Z” deriva del árabe, específicamente zarqun que significa “dorado”. Ahora bien, el que comienza por “C”, que en su forma completa es circonio, hace referencia  a un elemento químico ubicado en la tabla periódica de los elementos, con el número 40. Dicho elemento fue descubierto por un químico alemán en 1789, su etimología en este caso proviene del latín zirconíum.

Los zircones son piedras preciosas en toda la extensión de palabras. Los mismos pueden encontrarse en variedad de colores, pero, adicionalmente pueden obtenerse colores adicionales si los mismos son sometidos a tratamientos térmicos. No obstante, pocos saben que el circón es el estimulante original del diamante. Pues, cuando las piedras incoloras son cortadas correctamente, pueden obtenerse hermosos y convincentes sustitutos de diamantes e incluso opacar a los diamantes mediocres. Su alta dispersión es similar a la del diamante. Sin embargo, la simulación sólo llega hasta cierto punto.

Ahora bien, si se comparan entre sí, el zircón es quebradizo a diferencia del diamante, y los bordes facetados tienden a astillarse y desgastarse. El zirconio debe usarse con mucho más cuidado. Si se va a emplear como piedra para un anillo, debe tener una capa protectora. Pero, si se usa esporádicamente, puede funcionar en cualquier tipo de joyería.

Los principales yacimientos de esta piedra se ubican en Camboya, cerca de la frontera con Vietnam; al igual que Sri Lanka, Tailandia, Myanmar, Australia, Estados Unidos, Sudáfrica y Francia.

El zircón es una piedra que se ha atesorado por muchas civilizaciones del mundo, hoy gracias a un grupo de científicos pertenecientes a la universidad de Wisconsin-Madison y a la tecnología con respecto a los estudios y análisis de datos, han logrado descifrar la razón de la alta valoración de dicha gema, evidenciando que el origen de la misma se dio hace exactamente 4.400 millones de años, increíble, ¿no?

Por lo tanto, el zircón trae consigo una historia y mitología enriquecedora. Por ejemplo, durante la Edad Media, se pensaba que dicha gema ayudaba a descansar, inducía el sueño profundo y reparador, alejaba los malos espíritus, promovía la prosperidad, la energía, el honor y la sabiduría de quien la portaba. Otras de las leyendas decían que el zircón aliviaba los dolores y que es una piedra preciosa natural asociada a las personas nacidas en el mes de diciembre.

Otro de los atributos de esta preciosa gema es que tiene uno de los índices de refracción (IR) más altos de la naturaleza superando a tres de las cuatro grandes piedras preciosas como lo son: el rubí, el zafiro y la esmeralda. Tal índice es una de las características más importantes de una piedra preciosa, pues indica la velocidad de la luz en el aire y la velocidad de la luz a través de un material transparente, por ejemplo, las piedras preciosas con un IR más alto son generalmente más brillantes, como el zircón, que los de IR bajo.

Finalmente, el zircón posee atributos únicos, una gema con colores maravillosos y brillantes destellos de luz, un tesoro otorgado por la naturaleza millones de años atrás, una obra maestra para los coleccionistas de gemas y los amantes de éstas.

ALFA