La presencia de la figura de elefantes en la joyería data de miles de años atrás por lo que su significado abarca mucho, y más al originarse en una región exótica y milenaria como lo es la India, con su saturada cultura rica en historias y leyendas, donde los dedos de las manos no alcanzan para contar todas sus deidades y animales representados finamente en sus trabajos de joyería y ornamentas.

Primeramente asociados con el dios hindú con cabeza de elefante, “Ganesha”, el cual es la deidad para ellos encargada de propiciar la fortuna, el talento, la abundancia y remover los obstáculos del camino, no es de sorprender que este animal se haya sincretizado en una figura de buenos augurios y poder, que además era la montura de los reyes y del que en el budismo, se relata que Buda fue concebido por su madre, la reina Maya tras su cuerpo ser rosado durante el sueño por la trompa de un elefante, por lo que no es de sorprender que figuras de este bello e imponente animal ornamenten casas como amuletos protectores.

Así mismo, la joyería, un exquisito arte milenario, no pasaría por alto este símbolo de abundancia y buenas energías, pues ya en China figurillas talladas en jade de este paquidermo se hacían 10.000 A.C, mientras que emperadores de distintos reinos de la India lo llevaban como símbolo en varias de sus ostentosas joyas, asociándose definitivamente con algo bueno y protector, por lo que se siguió representando en los trabajos de orfebres, joyeros y artesanos, que posteriormente terminaron llegando por rutas comerciales a occidente, por lo llamativo de este animal que se representó en anillos, brazaletes, collares, pendientes y demás.

De esta forma, la figura del dios Ganesha le abrió paso a las distintas representaciones pictográficas de elefantes, dejándoles como herencia la fiel creencia de que su figura en distintos ornamentos, como en el caso de la joyería, dotaría al portador con las buenas cualidades con las que se asocia a este majestuoso animal, como la resistencia, fuerza, honor y buena suerte.

Varias de estas bellas joyas terminaron asombrando a la alta sociedad de Europa por el refinado trabajo con que estaban confeccionadas, generando en  parte el deseo de poseer estos ostentosos trabajos, aunándose a los relatos de las maravillas exóticas de ese lado del mundo, en el que la bonanza y las riquezas se hacían notar en la arquitectura, su arte y claramente la joyería.

Representado actualmente de diversas formas y materiales, el elefante está tan vigente en la joyería como miles de años atrás, pues este se puede seguir hallando usualmente representado con la trompa hacia arriba, desde las más simples joyas de fantasía, hasta elaboradas obras realizadas en plata, oro y demás metales, a veces acompañados de piedras preciosas para dotar aún más de belleza a este precioso amuleto que sigue inspirando y evocando tras tanto tiempo, la fortuna, protección  y longevidad que se le había dado desde un principio en Asia.

ALFA