A través de la historia, los espejos han estado presentes en todas las épocas. Son elementos que encierran más de un misterio y muchas leyendas. No se sabe exactamente el momento de aparición de los espejos, sin embargo, su historia está ligada a relatos, fábulas y leyendas. Estas afirman que, en todas las civilizaciones, en todas las épocas y en todos los continentes, se han encontrado espejos simples, adornados, pequeños, grandes e incluso salones públicos están adornados con ellos.

Los más curiosos son los denominados “espejos mágicos” que son espejos de color negro elaborados con obsidiana y que han estado relacionados con la magia. En Egipto, en épocas muy remotas, los sacerdotes celebraban un ritual al amanecer, en el cual los rayos del sol eran reflejados por un espejo de oro pulido, que les permitía adivinar el futuro.

Según las creencias los reptilianos, supuestos seres con rasgos humanoides y apariencia de reptil, quienes no se reflejan en los espejos, utilizaban los espejos como medio de transporte para trasladarse de un lugar a otro, de allí que los espejos son considerados como portales dimensionales. Asimismo, se afirma que cuando se abren estos portales dimensionales, éstos quedan libres para el tránsito de cualquier tipo de entidad, bien sean reptilianos o espíritus.

Se dice que hay dos maneras de abrir los portales dimensionales, una de ellas natural y la otra artificial. La forma natural es a través de la energía de cada persona y la artificial por medio de la tecnología, como lo son el portal del salto cuántico y el colisionador de hadrones, que es un acelerador de partículas para la investigación nuclear, que pretendía secretamente abrir un portal dimensional permanente con consecuencias impredecibles.

Es posible que de manera inconsciente usted pueda abrir un portal dimensional a través de gestos y movimientos realizados con su cuerpo y manos frente a un espejo, permitiendo el paso de energías de un lado a otro de las dimensiones, acción que puede ser peligrosa si no sabe cómo manejarlos, por ello no es recomendable tener un espejo en su habitación y en caso de tenerlo evite ubicarlo frente a usted mientras duerme.

En la religión judía, cuando alguien muere en una casa, suelen cubrir los espejos mientras dure el shiváh o luto, que se extiende por siete días, ya que dicen que, si los espejos no son debidamente cubiertos, el espíritu del difunto quedará atrapado en los espejos sin poder pasar el umbral a la otra vida.

Otras culturas afirman que los espejos de la casa deben cubrirse durante la noche a fin de proteger a las personas mientras duermen y evitar que el alma de los soñadores quede atrapada en uno de ellos.

Por otra parte, los psíquicos aseveran que tener un espejo en una habitación oscura provocará la apertura de una puerta no deseada. Y verse reflejado en un espejo a la luz de las velas es riesgoso ya que mostrará su reflejo y el de las entidades del lugar, por ello es recomendable ser cauteloso.

ALFA