La fortaleza caribeña de Portobelo resulta ser un puerto natural, considerado un importante punto de comercio durante la época de la conquista. Su nombre real es San Felipe de Portobelo. Se tiene señalado que esta fue la vía de escape con que todas las riquezas de América del Sur fueron enviadas al Primer Mundo.
Localizado en la costa norte del Istmo de Panamá, Portobelo tiene dos vías de acceso: por tierra y por mar. La primera parte desde la avenida trans-ítmica ubicada desde la Ciudad de Color que queda a 49 kilómetros. La segunda parte yace en la Ciudad de Panamá, teniendo como distancia unos 105 kilómetros.
Desde el año 1976, Portobelo entró en rigor bajo la Ley 91, misma que lo protegió como conjunto monumental histórico. Si bien Portobelo llegó a ser considerada en la época colonial como el centro del comercio mundial, en la actualidad está caracterizado por ser un grandioso vestigio histórico – cultural, adornado con una serie de tradiciones populares que le agregan el atractivo especial para ser objetivo del disfrute turístico.
Acorazado bajo unos vetustos muros, Portobelo se mantiene inspirado en haber sido una de las ciudades más pujantes de la historia colonial, albergando, además de las personalidades más pujantes de la Conquista, un tanto de sus costumbres, tradiciones, y sobre todo, manifestaciones religiosas.
Entre las costumbres sevillanas y de Málaga con las que la población de Portobelo mantiene impresionante fervor, las novenas, el Corpus Christi, y la Semana Santa constituyen de especial atractivo para disfrutar tanto como local como visitante. Junto a estas, también mantiene claro recuerdo de la estadía de negros esclavos en su territorio, por lo que, el Baile de los Congos se considera al igual como parte de una herencia que se reniega al triste olvido.
Un paseo por Portobelo puede ser una grandiosa antesala para lo que le espera en el majestuoso fuerte caribeño de San Lorenzo. Considerado un magnífico ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII, el Fuerte de San Lorenzo se haya en la entrada del río Chagres, en la provincia de Colón. Junto a Portobelo, el fuerte de San Lorenzo constituía el sistema defensivo de toda actividad trasatlántica originada por los conquistadores españoles.
Visitar San Lorenzo es algo más que ver un monumento histórico de gran importancia. Arribar al Fuerte San Lorenzo de por sí es un trayecto ideal para quienes gustan de la observación de aves. Una vez dentro se han habilitado diferentes actividades dedicadas a los más aventureros. Teniendo la desembocadura del Chagres, su día puede pasarlo buceando en los alrededores del Fuerte o maravillándose con la naturaleza local en un paseo en kayak.
Portobelo y el fuerte San Lorenzo guardan una especial conexión entre sí. Esto se debe a que la Unesco les declaró como Patrimonio de la Humanidad en el año 1980, confiriéndoles tal honor bajo el conjunto de Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá.
ALFA