No necesita tener una verruga en la nariz para sacar a flote sus poderes mágicos y convertirse en toda una hechicera moderna, aprenda cómo ponerlos en práctica. El secreto de la magia blanca consiste en estar en armonía con la naturaleza y con sus ciclos, es decir, ejercitar la intuición que resuena en nuestra cabeza.

El otro paso es pedir lo correcto, en el tiempo preciso, o sea, tener cuidado con lo que decimos y deseamos, porque se puede cumplir. Una vez que sepa muy bien lo que quiere, puede hacer que sus planes mágicos se pongan en marcha. Las buenas hechiceras siempre siguen dos normas. La primera, todo está permitido, siempre y cuando no se le haga daño a nadie (incluyendo a sí misma). La segunda, todo lo que haga o desee con intención mágica se regresa tres veces (recuerde pedir cosas positivas).

A través de algunas acciones esotéricas irá practicando y acostumbrándose a la magia. Por ejemplo, abrazar a un árbol descarga energía negativa y le reconecta con la naturaleza. Ésta siempre escucha todo lo que decimos. Lleve un diario de sueños: al escribir lo que sueña, se enlaza con esa parte inconsciente y conoce mejor sus deseos.

El ingrediente base de cualquier encantamiento es hacer una petición, pues se supone que desea conseguir algo. Puede hacer su petición por escrito, en voz baja, alta o en silencio. Debe estar segura de lo que quiere y no dañar a nadie, ¡no olvide esto!

Preste atención a las herramientas que necesita. Conozca para qué funcionaban algunos utensilios mágicos en el pasado y con qué puede sustituirlos. La escoba no era para volar sino para barrer las malas vibras. Puede usar incienso o sacudir algo para limpiar el ambiente.

La varita era una prolongación del poder de la mano que nacía del corazón. Cuando escribe sus peticiones o hechizos, el lápiz tiene la misma función. El caldero servía para conectar con el poder del fuego y los misterios. Cuando cocina, hace lo mismo. Una olla común servirá perfectamente.

Las velas simbolizaban una intención que se hacía realidad. Escoja el color según lo que quiera. El rojo para el amor, verde para el dinero y la comunicación, rosa para la amistad y la atracción, blanca para la paz, azul para la inteligencia y naranja para la felicidad.

Otro gran potencial que todos tenemos, sin importar nuestras diferencias, es el de la palabra, así que procure no insultar a nadie, mucho menos a usted misma. Dar malos augurios le hace presa fácil del pesimismo y la negatividad. Usted mejor que nadie sabe los talentos que tiene y, si no, los descubrirá poco a poco. Ponga énfasis en aquellas actividades que le llenan de energía y que le hagan sentir bien, ya sea pintar, bailar, hablar, escuchar a los demás o meditar. ¡Practicarlas aumentará sus poderes!

ALFA