De acuerdo a la psicogenealogía, parte de lo que somos está relacionado con nuestros antepasados. Esta área asocia los términos “psico”, “gen” y “logia” que dan lugar a la teoría de que la configuración de la mente está relacionada con el árbol genealógico de las personas.

Esta área sostiene que los comportamientos, formas de pensar y motivaciones de los individuos se transmite de generación en generación, como una pauta para las decisiones vitales o como un condicionante en las acciones de los sujetos que inhiben la autorrealización.

Expertos en el área, como Alejandro Jodorowski y Anne Ancelin Shutzenberger, afirman que “para que un individuo tome consciencia de sus predisposiciones y pueda tomar el control de su vida, lo primero que debe hacer es estudiar y comprender su árbol genealógico.”

Esta teoría afirma que muchas personas se ven imposibilitados de alcanzar sus metas debido a experiencias de sus antepasados, por ello hay que liberarse de ese “cordón umbilical” para poder vivir una historia propia. A esta situación la denominan en psicogenealogía “inconsciente familiar”, que ha sido validado por algunas corrientes ortodoxas de la psicología y que establecen que las relaciones entre la familia del paciente y su influencia en su vida son cruciales.

Por su parte la psicología tradicional, no basa la explicación en la genética, por cuanto, en estudios de casos de niños huérfanos que crecen en una familia adoptiva, las investigaciones son realizadas a las familias adoptivas y no a las biológicas.

La psicología tradicional establece que los seres humanos son propensos a aprender por imitación, tomando a personas como modelos de referencia e intentando resolver las situaciones en la suposición de lo que otra persona haría. Esto se conoce como “aprendizaje vicario”. Por ello, es muy común que los niños quieran ser como sus padres, profesores o pares, así como otros modelos inspiradores como superhéroes o personajes de la televisión.

Partiendo de ese aprendizaje vicario, la psicología tradicional y la psicogenealogía divergen en el tema, ya que tomando el ejemplo de un niño adoptado, si el niño tiene origen biológico de un país de Latinoamérica, y la familia adoptante es española, es mucho más probable que en la adultez, esta persona adoptada tenga gustos apegados a la tradición española, tanto en vestimenta, hobbies, socialización, cultura e incluso gastronomía.

Por tanto la estructura racional y emocional de la persona se ha configurado en un entorno europeo y descarta el factor genético en este sentido. Aunque es posible que decida investigar sus raíces e incluso adoptar las costumbres de su país de origen.

Los defensores de la psicogenealogía, afirman que el historial familiar de cada persona trasciende hasta definir su forma de vivir, incluyendo enfermedades, accidentes, anécdotas y patrones de comportamiento.

También afirman que los traumas y vivencias de los antepasados pueden influenciar hasta cuatro generaciones de descendientes. Sin embargo la relación existente entre los genes y la psicología no es tan clara para la psicología tradicional, ya que no hay una base científica que permita vincular estos aspectos.

ALFA