La influencia de las fases lunares es una creencia de gran importancia para varias culturas. Presentes en el dictamen de rituales religiosos, o también, para procedimientos relacionados al propio desarrollo, como la agricultura, a continuación conocerá un poco más sobre las fantásticas guías que urgen las fases lunares para el ser humano.
El consultor astrológico, Jesús Gabriel Gutiérrez afirma que, además de las cambiantes épocas del año, que influyen en las emociones de las personas, las fases lunares tienen un rigor especial sobre las decisiones que cada individuo ha de tomar, por lo que es prudente ejercer cierto control sobre estas últimas, para poder aprovechar de valiosa manera este regalo energético.
“El ciclo de las fases de la Luna es uno de los que más influyen en el feliz desarrollo de una iniciativa o decisión. Así como influyen en el ritmo de las mareas, en el ascenso o descenso de la savia en las plantas, las fases lunares se tienen muy en cuenta en la denominada agricultura biodinámica, la cual recoge principios tradicionales y astrológicos orientados a la procura de la calidad de los productos. Y si bien, el porvenir de las personas está tramado tanto por las respuestas emocionales como por las circunstancias sobre un mismo campo, este puede ser cultivado con plena conciencia, convirtiéndonos en agricultores biodinámicos de nuestra propia vida.”
Teniendo esto en cuenta, bastará conocer el resultado de ciertas acciones conforme al paso de las cuatro fases lunares correspondientes. Durante la fase de luna nueva, se debe procurar omitir decisiones importantes, pues su paso suele generar un halo de confusión entre la razón y la emoción.
“Sin embargo, en esta fase se potencia la intención real que se tiene sobre los asuntos, poniendo de relieve lo importante que es conquistar el mundo interior. Estos días son buenos para visualizar y prever sin actuar más allá de lo que la contingencia del momento esté pidiendo.”
Conforme a que la Luna empieza a ser visible, el consultor señala que marca el tiempo de la acción. De acuerdo a la intensidad del crecimiento lunar, las personas están habilitadas para tomar las iniciativas pertinentes, optimizando el espíritu y la forma física para derrochar con acciones durante este nivel óptimo de energía lunar.
Con la llegada de la Luna Llena, Gutiérrez asegura que es el momento de corroborar cada uno de los pasos realizados pues en este punto se ponen en evidencia los aciertos y errores cometidos. “También son días de gran agitación externa, lo cual resulta complementario, como si se tratara de un espejo.”
Una vez que la Luna empieza su fase menguante, inicia el momento justo del análisis profundo sobre las acciones realizadas durante la fase creciente. Dejando a un lado las emociones, la habilidad intelectual debe tomar rigor para recolectar y seleccionar solo lo mejor de lo que se haya podido sembrar. “Llevar a cabo una acción puede dar lugar a resultados estériles pues estos días son de recolección del fruto personal.”
ALFA