Divertidas y únicas en su clase, las prendas en forma de dona son un accesorio orientado para mujeres extrovertidas y elegantes. Encontrándose en diferentes materiales, las prendas en forma de dona tienen una variada gama de diseño, que le hará querer devorar todas las líneas orfebres. A continuación, veremos algunas muestras de lo maravilloso que puede ser la creatividad junto al buen estilo.
Para las temáticas. Las prendas en forma de donas tienen como primera presentación su versión temática de este tentador postre. Glaseadas, bañadas en chocolate, con chispas de dulce, la variada gama de deliciosas joyas suele ser tan realista, que, a la vista, resultan una provocación única.
Sin embargo, la dona no resulta ser el único postre que ahora también se puede usar. Varias líneas de joyería se han orientado a la materialización de comida a través de los accesorios. Por lo que si en lugar de preferir donas, desea un helado o un trozo de ‘cheesecake’, también podrá encontrar algunas de estas tentaciones realizadas en aretes, dijes, y pulseras.
Un toque más sutil. Las prendas en forma de dona también tienen una versión más sutil del famoso comestible medieval. Talladas a mano en jade, las donas resultan ser una muestra extrovertida, con un atractivo sin igual al ser talladas en este particular imprescindible para las culturas mesoamericanas.
Su valor incrementa al ser una labor artesanal, pero la combinación entre el acabado, la sutileza de la forma, el diseño especial, dan como resultado una prenda que atraerá numerosos halagos, y le hará destacar como una mujer en tendencia, que busca siempre destacar de entre lo más común.
Rostros especiales. Es conocida la manera en que las joyas deben ser elegidas de acuerdo a las facciones particulares de cada persona. En el caso de las prendas en forma de dona, estas no resultan ajenas, a la guía que ha de resguardar el equilibrio visual entre un rostro y los accesorios que le complementan.
Al ser un objeto circular, uno de los rostros particulares que deberán usarles resultan ser los rostros rectangulares. Definidos por un largo prominente en comparación a la línea ancha de su cara, acompañados por una igual longitud entre la frente, los pómulos y el mentón.
Con este tipo de fisonomía rectangular, el objetivo a alcanzar será acortar esa prominente línea vertical que surca el largo de su rostro, por lo que las prendas ideales a elegir siempre serán aquellas que destaquen en su forma horizontal y circular.
En segundo lugar, los rostros cuadrados también ameritan joyas circulares. Definidos por una fuerte línea de la mandíbula, las caras cuadradas coinciden en que el nacimiento del cabello a la barbilla tiene la misma distancia que existe entre cada pómulo. Al elegir las joyas necesarias, deberá optar por aquellas que suavicen los ángulos, creando un extra visual de que la zona central del rostro, tiene mayor tamaño que su largo.
ALFA