Adornar el cuerpo con piercings es una de las tendencias más antiguas de la humanidad. En algunas culturas del Occidente, las tribus los utilizaban para realizar rituales; otras, para denotar la pertenencia a un grupo específico o destacar que la persona pasó de la pubertad a la madurez.

La mayoría de las perforaciones eran en la boca, orejas y nariz. “Las mujeres de Nueva Guinea atravesaban con una espina de pez las aletas nasales y el tabique, mientras que los hombres llevaban en el tabique dientes de pez”, reseña el portal web de diseño, www.claires.com.

En la actualidad, los “piercings” más que piezas en el cuerpo; son joyas exclusivas que muchas veces tienen un significado real y emotivo de quien lo lleva. También, están quienes optan por ser más osados y se atreven a incrustar el preciado metal con el fin de ser “únicos”.

piercing_unicos_1_joya_lifeEn el año 2015, los “piercings” más increíbles se pudieron observar en los labios, manos, pies y ambas mejillas. Asimismo, los famosos se animaron y dejaron ver su lado más vanguardista; tal es el caso de la modelo Kate Moss, quien salió desfilando sus seis piercings” en la oreja derecha.

Por su parte, el ángel de “Victoria Secret”, Alessandra Ambrosio; dejó al descubierto uno que adorna su ombligo. Miley Cyrus, con su “look” atrevido, se unió a la moda con uno en la nariz; Drew Barrymore, no se quedó atrás y se hizo uno en la lengua; Rihanna los dejó al descubierto con una franela transparente enseñando los senos; y el infaltable Justin Bieber, quien los luce discretamente en ambas orejas.

La variedad en los tipos de materiales que se usa para los “piercing”, es inmensa. Se recomienda el uso de sustancias que no generen alergias en la piel como los “piercings” de acero inoxidable con titanio. A su vez, el platino se alza como otro elemento químico y su color casi blanco, hace que la pieza sea elegante y brille en la piel.

Por otro lado, no es aconsejable el uso del oro en estos diseños por su facilidad al descomponerse; tampoco se recomiendan los “piercing” de polímeros de plástico, aunque cada vez más se han hecho populares por sus llamativos colores y formas. Este último material es inflamable y tóxico para el cuerpo humano.

Algunas personas se cohíben de hacerse uno por temor al tiempo de recuperación de la piel, otros por miedo a que se les infecte; no obstante, mientras el trabajo se lo haga un experto, es muy seguro que no va a tener inconveniente. Ahora bien, para el tiempo de recuperación; la mayoría coincide en que el cartílago de la oreja tarda entre seis y ocho meses para cicatrizar; el lóbulo, de uno a tres meses; la ceja, de cinco a nueve semanas; la nariz, de seis a ocho semanas; y el ombligo, de tres meses a un año. ¡Atrévase este año a darle un giro a su estilo con un “piercing”!

ALFA