La historia del budismo comienza en el siglo VI a. C. con el nacimiento de Buda y se ha mantenido hasta nuestros días, lo que hace que sea una de las religiones más antiguas practicadas; todos esos siglos ha sido seguida en varios países y culturas y se ha extendido tanto, como para ser considerada una de las más grandes del mundo, sobre todo en Asia.

Budismo proviene de Buda, que en sánscrito significa despertar y empezó como una sucesión del hinduismo en la India; su fundador fue el sabio Siddhārtha Gautama, más conocido como Buda Gautama, procedente de Sakia, en las colinas del Himalaya y enseñó principalmente en el noroeste de la India; según aseguró él mismo y también la cosmología budista, al afirmar que únicamente los humanos pueden lograr el estado de buda porque en ellos reside el más grande potencial para la iluminación, se desprende que no fue un dios.

Hubo cuatro motivos determinantes que cambiaron su vida para siempre: un hombre anciano, un hombre enfermo, un hombre muerto y un mendigo, profundamente conmovido por el sufrimiento que vio, decidió a dejar el lujo  y comenzó una misión para buscar la respuesta al problema del dolor y del sufrimiento humano.

Hay una leyenda que dice que cuando Buda se dio cuenta de lo cerca que estaba su muerte, fue a meditar a una selva, porque deseaba estar en contacto con la naturaleza;  llamó a doce animales que según su orden de llegada fueron: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo; cada uno recibió un año que suman 12 años que representan la rotación de la luna, a diferencia del zodiaco occidental que es de doce meses pues se basa en el movimiento del sol.

En Asia asignaron a cada uno de los cinco planetas principales uno de los cinco elementos chinos, a Venus, el Metal, Hierro y Oro; a Júpiter, la Madera; a Mercurio, el Agua y el Aire; a Marte, el Fuego, y a Saturno la Tierra; la astrología china, dice que la posición de estos planetas, unidos a la posición del sol, la luna y cualquier cometa en el cielo junto con la fecha de nacimiento y el signo del zodiaco, determina el destino de una persona.

El Yin y el Yang están divididos en esos cinco elementos de madera, fuego, tierra, metal, y agua, al tope del ciclo de animales, lo que crea modificadores y afecta las características de cada uno  los 12 signos y cada uno de los 12 animales está gobernado por un elemento más una dirección del Yin Yang; la tierra no gobierna sobre animal alguno y es el balance central de todos los elementos, por lo que puede presentar estilos de los 12 animales.

Cada Signo del Horóscopo Chino, tiene un elemento establecido al comienzo de la descripción de la predicción de cada uno de los animales con el que se identifica y se señala con claridad el elemento que lo rige; esa relación es una parte de la filosofía oriental hasta nuestros días.

ALFA