Los diamantes son ampliamente conocidos como piedras preciosas de gran valor y belleza, por lo tanto son muy codiciados por los amantes del lujo en todo el mundo. La historia de los diamantes en la joyería data de siglos atrás, pues ninguna civilización ha sido indiferente ante su belleza.

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La historia de los diamantes en la joyería comienza un cuarto de siglo antes de Cristo, cuando los romanos de clase alta los llevaban en forma totalmente natural y sin cortes en algunas de sus joyas, para adornarse y usarlos como amuleto contra mal de ojo, enfermedades y venenos.

Años más tarde, ya en 1454 el joyero Luis de Bernal intervino un diamante mediante un corte y trabajo mecánico y desde entonces, los diamantes comenzaron a ser pulidos y cortados antes de colocarlos sobre cualquier joya.

Fue también en Europa y específicamente en Francia, desde donde surgió la moda y “la locura” por los diamantes, gracias a la amante del rey Carlos VII, quien en todas sus salidas siempre llevaba joyas con diamantes. Más tarde fue el emperador Napoleón quien abrazó el gusto por los diamantes, extendiéndolo a otros países.

Cuando la moda por los diamantes en la joyería se expandió en toda Europa, los países más poderosos iniciaron las campañas para la extracción de este mineral en África, donde ya se sabía, estaban los yacimientos más grandes del mundo. En esos años, muchos países con colonias en África, como Inglaterra se beneficiaron con el saqueo de grandes cantidades de diamantes.

Igualmente y con el comienzo de la extracción de diamantes en África se comenzaron a ver cualquier cantidad de piedras que variaban en forma y tamaño, pero las más impresionante – y grande hasta ahora – fue hallada en Suráfrica en 1905 y bautizada como “Estrella de África”; se trata de una piedra de 680 gramos y 3.106 quilates que hoy en día forma parte de la joyas de la corona británica.diamantes_en_la_joyeria_joya_life_2Más tarde, cuando las joyas de diamante se volvieron objeto de deseo en el mundo, las técnicas para su tratamiento fueron evolucionado. Fue en 1976, en la ciudad estadounidense de Philadelphia, donde se fabricó la primera máquina para cortar este tipo de piedras,  extendiendo  la técnica del pulido mecánico entre los joyeros  del mundo.

Con el surgimiento de la industria de los diamantes, también surgieron casas de joyas especialistas en este rubro, como la americana Tiffany & Co en 1837, la francesa Cartier fundada en 1847 y Bulgari fundada en Italia en 1884. En la actualidad, las joyas de diamante de estas firmas son una referencia en todo el mundo, gracias a la calidad y variedad de las piedras utilizadas en sus creaciones.

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Gracias a su belleza innegable y a su uso en las prendas más memorables de la historia, las joyas de diamantes son concebidas como la expresión más valiosa en el mundo de la joyería, un lugar que incluso, piezas de mayor valor no han podido desplazar.

ALFA