La joyería maya, es una de las más impresionantes a lo largo de la historia. Esta  civilización, se estableció hace más de 4.500 años en Guatemala, para luego llegar a México, Belice, Honduras y Salvador, donde dejaron la herencia palpable de su extraordinaria joyería, siendo una manifestación destacada de ese pueblo sorprendente.

La_impresionante_joyeria_maya_joya_life_1ara los mayas, el jade era la piedra más apreciada, teniéndola como un tesoro sagrado, le atribuían numerosos poderes mágicos, considerándolo como una dádiva proveniente de lo alto. Era una piedra, que siempre estaba presente en sus rituales, representando el dominio, la vida y la fecundidad; los distintos colores del jade, eran pequeñas partes del mundo natural que poseían, porque se relacionaba directamente con el sol, la tierra, vegetación y sobre todo con el agua.

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Además, para la realización de la joyería maya, el jade era el material más resistente y durable que encontraron, apreciándolo mucho más que el oro,  elaborando joyas increíbles. Ejecutaban la orfebrería, en bellos abalorios, orejeras, pulseras, tobilleras, anillos; igualmente, magníficos pectorales que eran utilizados por los guerreros que protegían los sitios sagrados.

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Asimismo, las máscaras, eran una joyería con gran representación; usándolas en ceremonias, preservando el rostro de los monarcas para la eternidad, siendo sepultados con ellas. Sin embargo, se ha comprobado, que las clases altas en la sociedad de los mayas, empleaban habitualmente este objeto.

El jade es una piedra extraña, que solo se encuentra en algunos lugares del mundo. Hay una jadeíta muy fina, en varios colores, que actualmente está siendo explotada en Guatemala, produciendo una impresionante joyería en diferentes estilos; que rememoran esos períodos cuando los incansables mayas, disponían de majestuosas joyas, dedicando todo su esfuerzo para confeccionarlas.

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El color más puro del jade para los mayas, era el blanco, por su inmensa belleza y resistencia; aunque el tono verde brillante era el preferido. Por otro lado, la impresionante joyería maya se caracterizó por los múltiples modelos, llegando inclusive a diseñar placas muy delgadas de jade, aplicándolas en los hermosos mosaicos que elaboraban, sobre todo en las máscaras; también colocaban esta gema, debajo de la lengua de los difuntos para ayudarlos a llegar con bien al otro mundo.

En la joyería maya, aparte del jade, se aprovecharon otros materiales y piedras preciosas como la turquesa, conchas, plumas de guacamaya o quetzal y  algunos objetos en oro. Pero las piezas más frecuentes de la joyería, eran los collares, fabricados en concha y jade; muchas veces hacían combinaciones de diversos elementos.

Raúl Ybarra, especialista en técnicas prehispánicas en fundición de joyería, en visita efectuada al Museo Nacional de Arqueología y Etnología, en la ciudad de Guatemala, “se asombró observando los trabajos en joyería maya, hechos en jade, conchas, cuarzo y hueso, y expresó la habilidad de los lapidarios mayas, admirando la grandeza de esa gran cultura”.

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La impresionante joyería maya, ha sobrevivido a los tiempos, dejando su huella eterna. Un extraordinario legado que aún en nuestros días nos sorprende, con esas creaciones maravillosas, reflejadas en unas joyas únicas.

ALFA