La litoterapia consiste en el poder curativo de las piedras y gemas semipreciosas. De acuerdo a esta creencia, las piedras tienen el poder de dar equilibrio entre la mente y el cuerpo. El coral, la esmeralda, el ámbar, la malaquita, o el ónix, usted puede nombrar cualquier piedra o gema, y encontrará que la litoterapia la tiene clasificada para atacar innumerables enfermedades.
El poder de las piedras se remota a prácticamente los inicios de la historia humana. En diferentes culturas, han sido empleadas más allá de un simple accesorio que embellece o enaltece tanto la figura femenina como la masculina. En la antigüedad, los chamanes, empleaban las piedras para diversos objetivos, que iban desde absorber las malas energías que se manifestaban en enfermedades hasta la predicción del futuro.
A las piedras mágicas, los chamanes les llamaban chía. De acuerdo a sus creencias las chía tenían la habilidad de conexión con el espíritu de la persona enferma. A partir de ahí, tomaba la mala energía, transformándola en un animal salvaje como una serpiente o un jaguar.
El especialista en terapias naturales, Antonio Armas señala que “todo esto se halla en muchas tradiciones y culturas desde el Paleolítico. A las piedras se le reconocen diferentes actividades. Es decir respiran, trasmiten, reaccionan y al interactuar con nosotros; por lo cual se pueden extraer varios beneficios y advertencias”.
Si bien las gemas suelen ser usadas como adornos, o accesorios que complementan un look, en la litoterapia son exclusivamente empleadas para curar padecimientos como el estrés, fortalecimiento del sistema inmunológico, o purificar el organismo, liberándolo de malas energías y toxinas que debilitan su funcionamiento.
Las piedras y gemas se dividen de acuerdo a su origen. En primer lugar están las piedras de origen vegetal, dentro de las cuales queda ejemplificada el ámbar que se forma de la resina fosilizada de los árboles; en segundo lugar están los de origen inorgánico, dentro de los cuales son considerados los cristales y los cuarzos que se forman de la corteza terrestre; en tercer lugar están las de origen animal, como lo es el caso de las perlas.
Una vez divididas, la litoterapia clasifica las piedras de acuerdo a la enfermedad que pueden atacar. Para los casos de estrés, las gemas seleccionadas habrán de ser la agatá, la aguamarina, el lapislazulil. En el caso de rehabilitar el sistema inmunológico y aumentar las defensas, pueden usarse el granate, que además le es señalado la estimulación del deseo sexual, la fertilidad, y las relaciones sociales.
La litoterapia, va más allá de atacar las enfermedades del cuerpo, pues la mente también queda relegada a ser afectada por diferentes patologías. El coral, además de mejorar la circulación sanguínea, de acuerdo a la litoterapia, favorece el entusiasmo, el enfoque y la concentración. Por su parte, la esmeralda, mejora la memoria, mientras que el Ojo de tigre se encarga de armonizar las emociones, siendo útil tener una en el lugar de estudio o de trabajo.
Cada vez me sorprende más el poder de las piedras..trato de aplicarlos en mi hogar con gemas en las habitaciones