Las joyas de la princesa Diana de Gales desde siempre han sido objeto de admiración, convirtiéndose en piezas icónicas pertenecientes a la corona Británica. Entre las joyas que conforman la colección de Lady Di están una hermosa tiara labrada en diamantes y perlas, una gargantilla de zafiro y el maravilloso anillo de compromiso de la recordada princesa.

El famoso anillo con un hermoso zafiro azul de 18 quilates que Carlos obsequió a Diana para sallar su compromiso, fue heredado por sus hijos y fue el príncipe William, por ser el primero en comprometerse, quien lo entregó a Kate Middleton con el mismo fin, quien siempre utiliza la joya.

El día de la boda de Carlos y Diana, la futura princesa lució la tiara Spencer, una de las más conocidas y hermosas piezas de la colección. Está elaborada en oro, con flores en forma de estrella y hermosamente adornada con diamantes de diferentes tamaños, en el centro destacan cinco diamantes, de los cuales uno es de mayor tamaño y está rodeado por un corazón.

Esta emblemática corona fue elaborada en el año 1914, a petición de la reina María, replicando una tiara perteneciente a la princesa María Augusta. Fue un regalo de bodas de la reina Isabel II a Diana, y el diseño cuenta con perlas y 19 arcos de diamantes que hacen de la pieza una joya única en su estilo digna de una princesa. Recientemente, la corona Spencer fue utilizada por la Duquesa de Cambridge en una importante recepción en el Palacio de Buckingham.

De la gran cantidad de pendientes de la colección, los preferidos de Lady Di eran unos con zafiros y diamantes, que hacían juego con su anillo de compromiso, que utilizaba frecuentemente en diferentes actos oficiales y para las fotos familiares. Diana sentía especial atracción por estas joyas en particular.

Asimismo, a la princesa de Gales, le encantaban las joyas que llevaban perlas, tenía especial afinidad con ellas, y por tanto las utilizaba en pulseras, collares, pendientes, broches y para grandes galas complementando su atuendo utilizaba la hermosa tiara Spencer.

La última joya que Lady Di utilizó fue el collar de diamantes y perlas que fue denominado “El Lago de los Cisnes”, que fue denominado de esa manera debido a que la noche de su fallecimiento la princesa acudió al Royal Albert Hall de Londres a ver la presentación de dicha obra con ese collar.

La princesa amaba las joyas, y otra de sus piedras favoritas eran los zafiros azules, que se le vio lucir en diferentes galas en una hermosa gargantilla de perlas y diamantes con un enorme zafiro azul intenso en el centro.

Todas las joyas pertenecientes a Lady Di fueron repartidas tras su muerte, según una carta denominada “de sus deseos”, otorgándole las ¾ partes a sus hijos y la ¼ parte a sus ahijados. Según la carta de sus deseos, la colección constaba de 16 alhajas, de las cuales, las heredadas por William son elegantemente lucidas por la Duquesa de Cambridge con frecuencia, digna heredera de la realeza.

ALFA