La majestuosa reserva de la Mariposa Monarca queda localizada entre el estado de Michoacán y México D.F. Hábitat para la hermosa mariposa monarca que cuenta con más de 56.000 hectáreas, esta zona protegida forma parte del Patrimonio de la Humanidad desde el año 2008.

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Hasta el índice del año 2007 – 2009, en la Reserva de la Mariposa Monarca se habían detectado doce importantes colonias de este insecto lepidóptero. Los curiosos visitantes tienen la posibilidad de avistarles en ciertas zonas demarcadas, tales como la Sierra de Chincua, La Mesa, El Capulín y el Rosario.

Mientras, existen ocho colonias restantes que se encuentran protegidas del tránsito humano, debido a que si estuvieran abiertas al público, podrían acarrear un peligro para la misma fauna. Estas se dividen entre San José Villa de Allende e Ixtapan del Oro.

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Visitar la majestuosa reserva de la mariposa monarca le dará la oportunidad de conocer uno de los fenómenos naturales más apreciados por el ser humano. Bien se sabe que este pequeño ser viaja más de 8.000 kilómetros desde el sur de Canadá y el norte de Estados Unidos hasta México para poder hibernar en sus árboles de oyamel, pino y cedro.

Una vez que llegan a tierra azteca, las mariposas monarcas buscan las montañas de Michoacán y de México D.F. debido a que tienen todas las características propias de su hábitat común en Canadá y Estados Unidos. Entre las condiciones especiales que tiene esta reserva, especialistas han identificado que este lugar ofrece una temperatura fresca, con el cual pueden mantenerse descansando para guardar energía, la neblina frecuente le es fuente de agua y humedad, y los árboles de estos santuarios son ideales para protegerse contra el granizo y la nieve.

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De entre los puntos clave para poder observar a la majestuosa mariposa monarca, el santuario El Rosario destaca significativamente. Comprendido por sendas peatonales definidas y patrullas de seguridad, el Santuario de El Rosario es además un lugar que invita al máximo encuentro con las maravillas que la madre naturaleza ha otorgado al ser humano. Finales de febrero es la mejor época para ver en su máximo esplendor a sus más preciadas gemas: las mariposas monarcas.

Para poder llegar al sitio de hibernación, en el santuario se ha de recorrer a pie o a caballo un trayecto de dos kilómetros, hasta alcanzar la cumbre ubicada a 3.200 metros sobre el nivel del mar. Con una guía local, podrán llegar al sitio especial para conocer los millones de lepidópteros que han cubierto la arboleda local.

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El santuario El Rosario está abierto de 8 de la mañana a 7 de la noche, todos los días, y para entrar los adultos deberán pagar una tasa de 45 dólares mientras que para los niños deberá pagar un aproximado de 35$. Además de avistar a estas majestuosas aventureras, en El Rosario podrá disfrutar de tiendas de artesanías y locales de degustación gastronómica.

 

ALFA