La física explica que la inercia siempre se opone al cambio; todas las acciones y pensamientos que usted tenga de otros se regresarán de la misma manera, es lo que usted hace y cómo lo hace, lo que le dará el resultado de sus pensamientos. Todos tenemos el derecho de actuar y tener la libertad de pensar, pero los pensamientos no pueden interferir en los demás.

Tiene usted que ser responsable a la hora de obrar, y ser sensato o sensata sin confundir responsabilidad con culpabilidad; por ejemplo, usted es responsable de sus hijos, y es culpable cuando comete una mala acción. En ambos casos, tiene que estar preparado para aceptar las consecuencias del resultado, es la ley de causa y efecto; el que siembra tormenta, cosecha tempestades; así es la ley del bumerang: Lo que se va, vuelve.

Así es la moda, cambia a través del tiempo, y en el momento menos esperado, ¡la tenemos de vuelta! Hacia el año 1910, una época de austeridad, la mujer se hizo más suntuosa volviendo a las telas como el terciopelo, el brocado, las sedas, los bordados y la falda con diferentes diseños, que le daban un suntuoso movimiento particular. Las chaquetas llegaban a la cintura, y los sombreros recobraron importancia.

Para la mujer de aquellos tiempos, y para la de hoy, los bolsos se han mantenido en su mayor estilo y diseños, confeccionados con terciopelo, raso y bordados con piedras, que hoy en día se siguen sosteniendo con la llegada del cuero, causando la misma sensación. El calzado ha perdurado con las mismas características, variando solo en texturas y tacones extravagantes.

En estos tiempos modernos, la mujer vuelve a retornar con la moda, en el uso de prendas de vestir del pasado, las cuales solo han cambiado en simples detalles. La moda es la apariencia que va más allá del vestir, es la que marca la identidad.

Los psicoanalistas afirman que la moda es la forma organizada del narcisismo; y está perfectamente confeccionada para la mirada de otros. El nacimiento de la moda parte del mismo Génesis, cuando Adán y Eva decidieron comer del fruto prohibido, y al darse cuenta, por el efecto de su pecado se vieron desnudos, teniendo la necesidad de cubrirse con pieles de animales.

Hoy esta hazaña de nuestros primeros padres ha permitido adelantarnos al desnudo, y someternos a la observación de nuestros cambios en referencia a la apariencia, recurriendo a nuevas poses que no son una inventiva de ahora, sino que vienen de otros tiempos como son los: adornos, tatuajes, piercings, maquillaje y otros elementos que visten o revisten el cuerpo.

La moda siempre ha sido y seguirá siendo caprichosa, voluble e inconstante; nunca se mantendrá en un espacio específico. Usted solo debe adaptarse a los cambios, llegarán nuevos procesos y modificaciones, pero siempre mantendrán sus efectos sobre usted. ¡La moda es un bumerang! ¡Lo que va, vuelve!

ALFA