Cada persona es un ente individual que crea sus condiciones de vida, hace sus elecciones y tiene su propio estilo de vida, de acuerdo a las circunstancias y condiciones de vida que le han tocado vivir. Muchas personas que han nacido en hogares de escasos recursos económicos, donde existe un núcleo familiar inestable, han tenido que luchar muchísimo más que otros que han tenido la dicha de nacer en el seno de una familia con mayor nivel adquisitivo.

Pero, muchos de esos niños y niñas que han nacido y crecido en lugares inadecuados, han sabido salir de la pobreza poco a poco, superando las dificultades y obstáculos que el ambiente les ha puesto en su camino. Y eso, se debe principalmente a ese gran deseo de superación, a la constancia y perseverancia que han puesto en las labores que han llevado a cabo, al ahorro y a la planificación, aunque sea empírica, que han tenido para enfrentar la vida y satisfacer sus necesidades.

Hoy día, ese gran número de niñas, niños y jóvenes, son adultos exitosos que son ejemplo para millones de personas. Haríamos una extensa lista de personajes importantes del mundo para hacer énfasis en la importancia de la planificación en el contexto personal, pero estamos seguros que las tres historias que a continuación expondremos son aleccionadoras para cada una(o) de ustedes.

Empezaremos nombrando a Howard Schultz, quien es el actual presidente de la compañía de café Starbucks, y que en la cualidad posee una fortuna de 2,5 billones de dólares. Así como lo leen, Billones, y quien iba a creer que un hombre que llegó a vender su propia sangre iba a llegar tan alto.

Su historia comienza en Nueva York, donde vivía en un edificio subsidiado por el gobierno para ayudar a aquellas personas que no podían siquiera pagar un alquiler. Sin muchas esperanzas para salir de la pobreza Howard se dedicó a los deportes, poniendo todo su empeño hasta conseguir una beca con la cual pude ayudarse y se convirtió en el primero de su familia en estudiar en la universidad

Posteriormente dejó el deporte, se le retiró la beca, no tenía dinero para pagar su carrera, pero sabía que quería llegar a ser alguien, por lo que quitó préstamos, trabajó como camarero con un sueldo mísero, y como no era suficiente, recurrió incluso a vender su sangre a cambio de dinero.

Todos estos esfuerzos y su planificación, constancia y compromiso, hicieron que llegara a Starbucks, la compañía de cafeterías más grande del mundo, donde empezó trabajando en puestos más bajos, hasta llegar a su actual posición de presidente ejecutivo y lograr la gran fortuna que posee en la actualidad.

Otro ejemplo digno de admiración es el Oprah Winfrey, una de las presentadoras de televisión más conocidas en el mundo entero; quien además de programas de televisión, ha escrito libros famosos, e incluso posee su propia cadena de televisión.

Pero, Oprah no nació en cuna de oro, ya que vivió en la pobreza extrema, ya que su madre era adolescente y soltera y apenas tenían dinero para alimentarse, por lo que su abuela ayudó a criarla, y le hacía vestidos con sacos de patatas y tuvo su primer par de zapatos a los seis años. Además, sufrió abusos sexuales a los 14 años, saliendo embarazada a esa corta edad, pero el bebé fue prematuro y murió al nacer.

Esta historia de sufrimiento y dolor no detuvo a Oprah, y con su inteligencia, habilidad para comunicarse, trabajo duro y constancia, ha llegado a posicionarse como una de las mujeres más exitosas del mundo. Para llegar a sus objetivos, trabajó casi gratis en una radio local como locutora para adquirir habilidades en los medios de comunicación, lo que le permitió ascender poco a poco y fue contratada por otros canales, consiguiendo su primer programa de televisión a los 32 años.

Finalmente, tenemos a Jeff Bezos, actual presidente ejecutivo de Amazon, cuya fortuna personal está valorada en unos 59 billones de dólares, aunque hace años no podía ni pagar sus estudios.

Su historia de trabajo arduo y constante, comenzó cuando era solo un niño, en el rancho de su abuelo donde trabajaba colocando tuberías, reparando los molinos de viento y dándole de comer al ganado. Posteriormente, trabajó en McDonald´s durante todo un verano para poder pagarse sus vacaciones, siendo aún un adolescente, pero que mostraba una actitud emprendedora, constante y que tenía sus objetivos bien claros, lo cual sin duda facilitó su camino hacia el éxito. Así, comenzó a dar clases a sus amigos para ir ahorrando y pagarse sus propios estudios universitarios.

De esta manera, Jeff Bezos al finalizar sus estudios en la universidad, tuvo la oportunidad de trabajar en varias empresas relacionadas con la informática, para luego trabajar en Wall Street y en un banco muy conocido.  Sin embargo, quería ser independiente y fundar su propia empresa, comenzando en el garaje de su casa, hasta llegar a convertir a Amazon en el gigante que hoy día es, arriesgándose a dejar el  trabajo en el que le pagaban muy  bien, para convertirse en un gran emprendedor y lograr su verdadero sueño.

Citar estos ejemplos de personas famosas y millonarias que fueron muy pobres, lo hacemos con la finalidad de transmitir un mensaje a todas aquellas mujeres emprendedoras que quieren salir adelante en un mundo cambiante que requiere de mucho trabajo y esfuerzo, y sobre todo una debida administración de los recursos y del tiempo, lo cual puede hacerse si son capaces de organizarse, planificarse y trazarse objetivos claros y precisos.

De esta manera, podemos decir que el éxito personal depende en gran parte de la planificación, que no sólo puede verse desde el ámbito laboral, sino también desde el plano personal, familiar y social, donde el individuo se desenvuelva. De allí que, amigas (os) si aprendemos a planificarnos, hemos dado un paso adelante para lograr nuestros objetivos en menor tiempo, no olviden que serán eficaces en la medida que produzcan más en menor tiempo.

Por lo tanto, la planificación es una etapa de la administración, que debe tener cualquier persona, dejemos de verla como algo exclusivo de las empresas, y empecemos a utilizarla en nuestras familias, en nuestra vida personal; ya que, si sabemos planificarnos bien, podremos cubrir nuestras necesidades y expectativas de la mejor manera y de una forma más rápida.

Es importante señalar que, en 1916 Henri Fayol fue uno de los primeros teóricos en definir las funciones de la administración, señalando 5 funciones de la administración que son básicas para poder obtener resultados satisfactorios en el logro de los objetivos y metas trazadas en cualquier organización, y que pueden aplicarse a nuestro entorno personal. Dichas funciones son: la planificación, la organización, la dirección, la coordinación y el control, planteando además que estas funciones son universales, y que por ende los administradores deben ser capaces de aplicarlas en su trabajo diario.

Es así como, el hecho de planificar todas las actividades tomando en cuenta las condiciones futuras, facilita el establecimiento de objetivos estratégicos que pueden ser alcanzados a través del desarrollo eficaz de procedimientos y actividades que asegurarían el logro de los mismos, por lo que un buen plan de acción debe ser preciso y basarse en la unidad, continuidad y además tener cierta flexibilidad.

Aun cuando las cosas se pongan difíciles, debemos organizarnos, coordinando nuestras actividades, llevando el control de las mismas, y evaluando todo el proceso para hacer nuestros correctivos. Sin darnos cuenta, estamos aplicando los principios de la administración en nuestra vida cotidiana.

Por lo tanto, no pensemos más en lo que debemos hacer, planifiquemos, y eso implica trazarse objetivos y metas, para que así apliquemos los mecanismos que nos ayuden a actuar y llevar a cabo todo aquello que sea necesario para lograr esos objetivos y lleguemos a la meta, luego nos trazamos nuevas metas, y así sucesivamente.

Todo este proceso, por supuesto, requiere de constancia y compromiso, ya que no vale de nada planificarnos en teoría, hasta escribir nuestros objetivos y metas en un papel y luego no actuar. Recuerden que sus pensamientos, sus palabras y sus acciones deben ir de la mano, deben tener coherencia, deben corresponderse. Por eso a través de este artículo los invitamos a reflexionar al respecto, a realizar ensayos y a corregir errores, todo ello es válido dentro del espectro de posibilidades de la planificación.

Y puedes pensar, yo no soy buena (o) planificando, pues entonces busca orientación y ayuda en un amigo, familiar, un especialista, o a través de estos sencillos tips que puedes encontrar en cualquier página web. No hay excusas para intentar incluir una buena planificación en tu vida diaria, comienza con hacer un sencillo block de notas, elaborando un mapa mental, anotando cada asunto pendiente, desde tus compras hasta la cita con tu médico.

De esta manera, podrás ir superando obstáculos, y cuando emprendas un proyecto para aumentar tus ingresos, podrás tomar en cuenta cada detalle de interés que sirva para lograr el objetivo y meta final. Si incursionas en un ámbito que no conoces, pide asesoramiento y realiza tus cálculos debidamente, si no te convencen, tienes la alternativa de cambiar de idea, si comienzas y fracasas, toma lo positivo de la experiencia y empieza de nuevo, lo importante es no estancarte y sumergirte en el pesimismo y la queja.

Si puedes internalizar las claves de la planificación y su importancia, podrás comprender que ésta te llevará a coordinar, controlar y evaluar cada uno de los pasos que llevan a la consecución de los objetivos, recordando a su vez que un objetivo general está acompañado de objetivos específicos que te hacen llegar al general, es un proceso que se debe cumplir con coherencia.

Finalmente, a través de este artículo queremos motivar a todas las mujeres y hombres emprendedores(as) que tienen sueños, que buscan progresar a través del trabajo, las ideas, las acciones concretas y efectivas, para así satisfacer no sólo sus necesidades económicas, sino también las recreativas, sociales, humanas y hasta espirituales, para llegar a evolucionar en todo el sentido de la palabra.

ALFA