Santa Claus en uno de los personajes más representativos de la Navidad, no en vano los adornos y decoraciones giran en tono a su imagen. Sin embargo, el carismático personaje de barba blanca y traje rojo ha pasado por varias transformaciones hasta ser el que conocemos hoy en día.
Según los registros históricos, todo apunta a que los creyentes de la Navidad han sido seducidos por el marketing y todos los elementos que esta ha puesto a la venta para celebrar una de las épocas más bellas del año. Por ello, se ha relegado la influencia de San Nicolás de Bari en la Navidad, prefiriendo a un personaje más comercial, que según la leyenda viene cargado de regalos del Polo Norte.
San Nicolás de Bari fue un hombre bondadoso nacido 310 años d.C, y fue conocido por apoyar, con los recursos heredados de su fortuna, a los cristianos que en aquella época eran perseguidos por el Imperio Romano. Una laguna en la historia de San Nicolás de Bari, pesa sobre su origen, ya que a ciencia cierta no se puede determinar su lugar de nacimiento, pero países como Rusia y otros del Medio Oriente se pelean este derecho.
Entre los gestos de gratitud que abundan en la historia de San Nicolás de Bari están el día en que cambio su caballo para salvar a un esclavo de la venta a otros dueños. Pero, el milagro que marcó su historia fue el día en que resucito a tres niños que habían caído de una árbol; por ello su imagen se relaciona con los niños y con los regalos, que representan que todos recibimos el obsequio de la salvación Eterna.
Por todas las acciones de bondad que caracterizaron la vida de este servidor, su nombre empezó a ser reconocido en la iglesia católica. Tanto que en la época del emperador Diocleciano, marcada por la persecución a los cristianos, San Nicolás fue nombrado Obispo de Myra en Turquía.
A pesar de sus buenas acciones, su vida no siempre estuvo marcada por momentos felices. Y en una de tantas persecuciones llegó a ser encarcelado durante casi 30 años. A pesar de todo este tiempo San Nicolás conservó su fe en Cristo, a quien rezó durante cada día en prisión.
Con la conversión al cristianismo de Diocleciano, el encierro de San Nicolás terminó. Entonces este ya era un anciano de barba blanca y larga. El regreso de San Nicolás de Bari a la civilización coincidió con la celebración de la Navidad y por ello también se asocia su imagen a esta fecha.
Por todos sus actos, San Nicolás de Bari fue uno de los primeros santos de la iglesia católica y su nombre original “Saint Nickleaus” fue cambiado por Claus.
Todos los hechos y elementos que caracterizaron la vida de San Nicolás de Bari sirvieron de inspiración para que en 1863 el ilustrador alemán Thomas Nast, diseñara el Santa Claus de botas y traje rojo, para el semanario americano “Harper”, desde donde su popularizo hasta nuestros días.
ALFA