En la adolescencia, muchos jóvenes utilizan las drogas por diversas razones, una de ellas es la curiosidad de probar cosas nuevas; también buscan consuelo, para reducir las tensiones y los problemas del día a día, o para sentirse importantes. Desafortunadamente viven la experiencia, sin detenerse a pensar que esa acción arriesgada, les puede ocasionar terribles consecuencias, y aunque ciertos chicos las utilicen ocasionalmente, otros desarrollarán una significativa dependencia.
Asimismo, en la adolescencia se corre el riesgo de severos resultados debido a las drogas, tales como el suicidio, delincuencia, transmisión de enfermedades sexuales, abandono de los estudios. De igual modo, gran parte de esos adolescentes, poseen un historial familiar de abuso de drogas; mientras que algunos tienen baja autoestima o vienen de un hogar disfuncional.
El psiquiatra Serapio Palma Patricio, especialista en adicciones, advierte que el uso de drogas, provoca alegría, desinhibición, facilidad para concentrarse y ausencia de cansancio; sin embargo, el empleo continuo de estas sustancias, produce cambios contrarios a los ocasionados al principio. Particularmente los jóvenes, sufren de variados estados de ánimo, donde el desaliento, tristeza, falta de energía y desmotivación, son los protagonistas, ocasionando descuido en el arreglo y aseo personal, durmiendo en exceso, perdiendo interés en muchas actividades, volviéndose violentos al enfrentar numerosas situaciones.
Igualmente, el especialista señala, que esos comportamientos son producto de una alteración en el equilibrio de las moléculas que transmiten información entre las neuronas. Esto provoca la inhibición o estimulación de la conducta; entonces, a largo plazo, aparecen micros infartos en el cerebro, con pérdida de memoria.
Existen muchos elementos que contribuyen al consumo de las drogas en la adolescencia, sobre todo, el deseo de ser aceptados por esos “amigos” que la mayoría de veces incitan al vicio. En otros casos, los chicos consumen para evitar los síntomas de inseguridades y trastornos psicológicos, olvidándose por momentos, de ese estado de ansiedad.
Los adolescentes son sensibles al entorno social y familiar, los cuales ejercen gran influencia en este período tan trascendental de la vida. Por ese motivo, la intervención objetiva por parte de los progenitores y personas cercanas, es un aporte valioso para evitar adicciones o en todo caso, contribuyen a rescatar a los muchachos cuando están sumergidos en el mundo de las drogas.
Ahora bien, los adolescentes mayores consumirán más drogas que los chicos menores; sin embargo, hay fórmulas acertadas de prevenir que sus hijos usen esta vía de escape, esforzándonos en ser un modelo a seguir, dándoles buenos ejemplos, e involucrándolos en las actividades familiares. De modo similar, conociendo a sus amigos, para saber cuáles ejercen una mala influencia, promoviéndoles a la vez una vida saludable, donde el trabajo y deportes, son excelentes para mantenerles el tiempo ocupado.
La adolescencia es una etapa difícil, por eso, hay que estar alertas ante cualquier cambio inusual en nuestros jóvenes, sobre todo hay que hablarles del daño que ocasionan las drogas. Tomando en cuenta que lo más importante, es la comunicación que usted mantenga con sus hijos y el amor como elemento principal.
ALFA