Una de las colecciones de joyas más hermosas y costosas de la realeza es la de la Reina Isabel II. Estas piezas están separadas, pero no están desvinculadas de la Joyas de la Corona británica. De acuerdo a historiadores, el origen de la diferenciación, data de la época de la Reina Victoria quien oficialmente diferenció las dos categorías de joyas, las personales y las del Estado.

La Reina Victoria dejó en claro que algunas piezas pertenecían a la corona y eran para uso de las soberanas que le sucedieran, sin embargo otras piezas eran de su propiedad personal. Es por ello que todos los monarcas británicos han seguido la tradición de Victoria, reconociendo las dos categorías de joyas.

Las joyas de la corona se exhiben en la Jewel House de la Torre de Londres, mientras que las joyas personales de la reina se mantienen en una bóveda en Buckingham Palace.

Entre las joyas más famosas de la Reina Isabel II, destaca la Tiara Girls Of Great Britain, así como el Collar y los Pendientes de su coronación. La diadema, también es conocida como Granny’s tiara, y fue un regalo de boda de su abuela, la reina María, al momento de contraer nupcias con el duque de Edimburgo en 1947.

Es una tiara muy hermosa, ligera y fácil de llevar, está elaborada de diamantes, aunque al principio contaba con 14 perlas. Por su parte el collar está formado por 25 gemas de gran tamaño de los que cuelga otro impresionante diamante de 22 quilates en forma de lágrima. Los pendientes de coronación son estilo art déco y los heredó de su madre y se componen de diamantes tallados en todas las formas de talla conocidas hasta entonces.

Otra impresionante joya es el collar Delhi Durbar. Este maravilloso collar que fue un regalo de las consortes de los Maharajás a la reina Mary. El collar contaba con ocho esmeraldas cabuchón rodeadas de diamantes, entre dos cadenas de pequeños diamantes, además un inmenso diamante entre cada esmeralda.

Originalmente acompañaba a la pieza central un pendiente desmontable con una esmeralda en forma de pera. Años más tarde, la misma reina Mary agregó un diamante marquesa de 11,5 quilates, el cual es conocido como el Cullinan VI.

Un broche espectacular de la Reina Isabel II es el Broche Williamson que está compuesto por un diamante color rosa de 23 quilates, el cual fue un obsequio de boda recibido del geólogo canadiense John Williamson. Luego este diamante fue convertido en una flor por la firma Cartier en el año 1953.

También destacan el juego de collar y pendientes de aguamarinas brasileñas cuadradas que fue un regalo del presidente y pueblo de Brasil a la Reina el Dá de su coronación. Posteriormente, fue obsequiada con una pulsera a juego y encargó que le hicieran una diadema de aguamarinas para completar la colección. Dicen que son sus joyas favoritas.

Estas son sólo algunas de la inmensa colección que posee la Reina Isabel II y que hacen de su colección una de las mejor valoradas de la realeza.

ALFA