La historia egipcia es realmente fascinante, sus construcciones, su vida y sobretodo sus joyas son algo digno de admirar, sobretodo las joyas de Tutankamon, el faraón más famoso del antiguo Egipto, ya que están rodeadas de misterio y una supuesta maldición que a continuación le relataremos en el artículo de hoy.

Tutankamon tenía entre 8 y 9 años cuando empezó su reinado y muere a los 19 años por una fractura de pierna, a partir de lo cual contrae una infección mortal. Fue enterrado en una tumba rodeada de joyas y lujos, como dicta la costumbre. Entre las joyas se encontraron inigualables prendas con variados amuletos, cadenas, collares, tobilleras, aretes, pectorales, colgantes, brazaletes, anillos y mucho más.

A pesar de eso la emoción por este increíble descubrimiento fue empañada ya que las joyas, junto a otras cosas del rey, fueron marcadas con una maldición y fue comprobada al momento del descubrimiento del ataúd. La expedición encargada en investigar al faraón, liderada por Howard Carter, encontró sus restos y sus posesiones las cuales han ayudado a entender la sofisticación de la vida del Antiguo Egipto.

Aunque cuenta la leyenda que al conseguir llegar a la antecámara de la tumba dónde se encontraba el tesoro, Howard Carter tras perforar la pared y hacer un agujero, echó un vistazo, se quedó pálido y murmurando algo que nadie logró entender, esto fue solo el comienzo. La muerte repentina del organizador de la expedición, el conde de Carnarvon por neumonía pondría a todos con los nervios de punta. Luego de esto el gobierno del Cairo terminó por decomisar la  tumba de Tutankamón.

Con la expedición de Howard Carter se pudo visualizar por primera vez un acto funerario del antiguo Egipto, ya que todo estaba casi intacto, sin daños considerables ni saqueos de ladrones de antaño. Entre las joyas encontradas alrededor del ataúd había lo más inimaginable del mundo de la bisutería, de la joyería de lujo, las piedras más exquisitas descansando cerca de un cadáver que jamás volvería a despertar. Debió coleccionar bastones, pues aparecieron 130, todos diferentes de ébano, marfil, plata y oro.

También se hallaba la máscara que cubría su cabeza, un pectoral de oro con el dios Horus que le protegía colgado al cuello y, en la cadera derecha, un cuchillo de oro con la hoja de hierro. Se encontraron brazaletes de fayenza un impresionante trono recubierto de oro. Aunque la pieza más valiosa del rey Tut es un magnifico pectoral con la figura de un escarabajo alado elaborado en lapislázuli.

Las hermosas joyas del rey Tutankamon verdaderamente se distinguieron de otros faraones, aunque estén rodeadas de misterio y maldiciones, son un extraordinario descubrimiento para la humanidad y un placer visual para todos aquellos que tengan la dicha de observarlas alguna vez en su vida. Muchas de estas están expuestas en distintos museos en Egipto, pero recientemente se han visto algunas joyas que se perdieron en museos de Europa y América, comprobando la teoría de que algunas fueron robadas y vendidas por miembros de la expedición.

ALFA