El horóscopo o zodíaco chino tiene la característica de atribuirle a cada signo la personalidad de un animal, en total doce: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo.  Con respecto a esta peculiaridad existen varias leyendas a su alrededor, veamos algunas de ellas. Una de estas habla de un llamado que hizo Buda a todos los animales de la tierra, para hablar de su última voluntad; pero solo doce animales se presentaron y los convirtió en los doce signos del zodiaco chino.

Otra de las leyendas, explica cómo se eligió el orden de los animales que conforman este horóscopo. Según, se le ordenó a la rata hacer una invitación a todos los animales del reino, al banquete del emperador de Jade, para ello debían participar en una carrera y de acuerdo a la posición en que llegaran los primeros doce, serían los elegidos.

Dentro del camino que debían seguir los animales en dicha carrera, debían atravesar un río; la rata y el gato que eran muy amigos, se preocuparon por ser malos nadadores y convinieron pedirle al buey que los atravesara y éste accedió. Al llegar al otro lado, como la rata quería ser la primera en llegar empujó al gato al río, de aquí que se volvieron eternos enemigos, y la rata fue premiada con el primer lugar.

Lógicamente, quien estaba más cerca de la rata era el buey, por lo que él obtuvo el segundo lugar, seguidamente apareció el tigre, quien narró su fuerte lucha contra la corriente del río, siendo el tercer signo; el cuarto puesto lo obtuvo el conejo quien explicó al emperador que a pesar de su habilidad de saltar, casi cae al río y lo salvó un tronco que flotaba en el agua.

Luego, apareció el dragón quien contó que no pudo llegar en primer lugar, a pesar de volar, ya que en el camino debió detenerse para crear lluvia y así ayudar a los campesinos que la necesitaban para sus sembradíos. Además se consiguió con el conejo, flotando sobre un tronco y con su aliento lo empujó hasta la orilla.

Poco después llega el caballo, que venía a todo galope asustado por la serpiente, que le hizo rodar en el camino, motivo por el cual le ganó en la meta, quedando ella en el sexto lugar y él en el séptimo.

La oveja, el mono y el gallo, se ayudaron entre sí para cruzar el río, el emperador muy complacido por este trabajo en equipo, decidió darle a la oveja el octavo lugar, al mono el noveno y al gallo el décimo puesto. El perro obtuvo el undécimo puesto y aunque era el mejor nadador, retrasó su llegada, por darse un fresco baño en el irresistible río. El animal que logró el último lugar, fue el cerdo quien se detuvo en el camino para comer y luego echar una siesta.

De esta manera, el emperador logró obtener los 12 animales que serían venerados eternamente como representantes del horóscopo chino.

ALFA