Las pátinas es un recurso decorativo muy antiguo usado sobre metales para cambiar su apariencia y otorgarle un acabado determinado que resulte agradable a la vista y al tacto. En la antigüedad se utilizaba como un medio para darle apariencia de envejecimiento a las esculturas, patinándolas en distintos tonos de marrones y verdes. En la joyería moderna este proceso se realiza en diferentes metales como plata, bronce y cobre mediante el uso de productos químicos oxidantes, para envejecer de manera intencional a la prenda y darle un realce antiguo a la joya deseada.

El diseño de las pátinas es creado exclusivamente por un artista o especialista en este arte, porque se usa una variedad de productos químicos para otorgarle a la prenda el color de oxidación, el acabado esperado y diferentes tonalidades.

Esta técnica tan legendaria otorga a las prendas una textura de belleza y distinción única; el artesano que la trabaja puede moldearla con las terminaciones con que pretenda realzar y plasmar su diseño. Por otro lado, en estas piezas se puede crear chapas con bajorrelieve, apliques fundidos, gránulos de metal, símbolos decorativos e incorporarlos en alguna joya.

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Es importante saber que las pátinas usadas en el arte de la joyería pueden dar diferentes colores de acuerdo a la oxidación producida. Al patinar una joya de plata junto con sulfato de potasio, el resultado que se obtendrá será una prenda de color negro.

Otra forma de oxidación para darle ese aspecto envejecido a la plata o al bronce, es sumergir la joya en un recipiente plástico que contenga cloro a temperatura ambiente y dejar aproximadamente por veinte minutos la prenda en el envase; al sacarla tendrá un color oscurecido, se enjuaga con abundante agua y se pule para quitarle el exceso de oxidación, consiguiendo una prenda llamativa con un acabado oscuro y  totalmente antigua.

Sin embargo, se pueden utilizar diferentes líquidos para bañar sus prendas de plata y darles pátina para transformarlas en unas joyas diferentes; estos pueden ser: el vino viejo avinagrado, amoníaco o leche agria. Después de haberle dado pátina a la pieza de plata, debe darle un lavado con una solución de bicarbonato de sodio; con la finalidad de neutralizar los efectos que se producen en la superficie de los objetos después de este proceso.

Es importante saber que la superficie del diseño que se va a patinar se encuentre ligeramente satinada, para que la pátina tenga de dónde adherirse porque de lo contrario, se caerá fácilmente. La joyería patinada después de estos procesos no se debe limpiar con las soluciones líquidas que normalmente se usan en el mercado para limpiar joyas, ya que la pátina se eliminaría de la pieza y le otorgaría un color gris a la misma.

El mundo de la joyería es sorprendente y aunque el estilo, los diseños y los materiales puedan cambiar; los metales seguirán formando parte importante en la vida de los seres humanos y como complemento en una mujer.

ALFA