Para llevar un estilo de vida saludable, nada mejor que hacer ejercicios, ¡esto lo sabemos todos!; sin embargo, muchos desconocen que los beneficios de estas actividades van mucho más allá de mejorar nuestra figura y condiciones físicas. Cuando el cuerpo está en movimiento se activan una serie de funciones y sustancias neurotransmisoras que nos ayudan a liberar endorfinas, las encargadas de proporcionar sensación de satisfacción y felicidad.
Por otra parte, los estudios demuestran que los ejercicios elevan el factor bienestar; este tiene un efecto favorable sobre los síntomas de ansiedad y depresión, mejorando los estados de ánimo y facilitando el manejo de emociones negativas como la ira y la rabia.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS); ha demostrado que los factores que influyen en la aparición de enfermedades
crónicas en el mundo, están relacionados a estos trastornos depresivos; por ello, hay evidencias para sugerir que la actividad física protege contra estos padecimientos.
Además, ayuda a elevar la autoestima, porque al mejorar la imagen física nos sentimos conformes y mejor con nuestro cuerpo; optimizando la seguridad y el control sobre sí mismo. “Un cuerpo en buena forma física es un cuerpo mejor”, afirma el doctor Alan Riley, profesor de Sexualidad Humana en “Sr. George’s Medical School”, en Londres.
Ciertamente las actividades sexuales se hacen más fáciles porque el cuerpo tiene más energía y mayor tolerancia al esfuerzo, y cuando se entonan los músculos de la base pélvica los orgasmos de los hombres y mujeres se vuelven más intensos”; por consiguiente fomenta el rendimiento sexual. Lo que quiere decir que el ejercicio prepara al cuerpo para una mejor respuesta sexual.
Conviene saber que practicar deportes durante el día, promueve el sueño por la noche; lo ideal es programar estos entrenamientos por la mañana o por la tarde, pero no demasiado cerca de la hora de dormir; por ende, ayuda a mejorar la calidad del sueño; ¡es el mejor medicamento natural para tratar el insomnio!
Una de las funciones que se activa a través del ejercicio son las cognitivas; ya que la actividad física aumenta la oxigenación cerebral y reduce el riesgo de sufrir trastornos que provocan pérdida de la memoria. Los científicos del Departamento de Kinesiología de Kansas “State University”, midieron la actividad cerebral de 18 personas mientras realizaban una sesión de 15 minutos en la bicicleta estacionaria, y la compararon con la actividad de otras personas que observaron un vídeo informativo.
“Los resultaron arrojaron más actividad cerebral durante la sesión en la bicicleta”, señaló la doctora Karla Kubitz, una de las científicas quien participó en la investigación; apuntando que el “cerebro recibe un impulso en su funcionamiento cognoscitivo a través del ejercicio”.
Para activar las funciones vitales manténgase en movimiento; es una herramienta poderosa que nos ayuda a llevar mejor nuestras actividades cotidianas y tener mejor calidad de vida ¡Es hora de “activarse”!
ALFA