Los ganglios son pequeños agregados celulares que poseen forma ovalada y se encuentran distribuidos por todo el cuerpo, estos actúan como soldados en formación, dispuestos para activarse y proteger de infecciones, virus y bacterias al organismo, son aliados del sistema inmunológico por lo que al primer síntoma de gripe o malestar, el grupo de ganglios cercanos al área en cuestión se alertan y encierran a las diversas causas del problema.

En ambos lados del cuello, detrás y debajo de las orejas, bajo la barbilla, en las axilas, en la ingle y estómago, son solo algunos de los lugares donde los ganglios se encuentran, pasando totalmente desapercibidos hasta que surge una infección o virosis, donde tienden a inflamarse aumentando su tamaño y produciendo en algunos casos un poco dolor, esto habla de su trabajo en acción.

Su inflamación surge de pronto y en minutos ya pueden encontrarse hinchados, esto es indicativo de procesos infecciosos, amigdalitis, virus gripales y úlceras en la boca, existen otras razones por las que los ganglios pueden inflamarse, estas son condiciones serias como la leucemia y los tumores metástasis, de esta manera también las enfermedades que atacan directamente al sistema inmunológico como el VIH y artritis tienen poder de influir sobre ellos.

Los ganglios actúan ante las enfermedades y procesos infecciosos como pequeñas barreras, son filtros por los que fluyen los glóbulos blancos, estos se ocupan de encapsular y destruir todo aquello que resulte negativo para el organismo, de esta manera los virus y bacterias son contenidos como respuesta inmunológica, es entonces cuando podemos notar y sentir los ganglios, en un tamaño mayor a su estado natural.

Para tratarlos, lo primordial es mantener la calma, ciertamente pueden guardar relación con enfermedades graves, sin embargo, no es lo frecuente, lo común es que reaccionen ante estímulos pasajeros, aun así es recomendable consultar a su médico si luego de dos semanas la inflamación continúa y presenta síntomas como fiebre, debilidad y sudoración por las noches.

Puede considerar con su especialista el posible tratamiento ante la inflamación de los ganglios, antibióticos y antinflamatorios, si se encuentra con abscesos estos deben ser drenados con prontitud y mantener bajo seguimiento, pues si genera sospechas puede ser necesario determinar su origen por medio de una biopsia, esto último sucede si la inflamación parte por una infección y la misma no es tratada.

Cuando se inflaman los ganglios tienden a hacerlo en una zona en particular, sea en el cuello, bajo la barbilla o en las axilas, el área en donde sucede tiende a guardar relación estrecha con el proceso infeccioso que se comienza a controlar, por lo que funciona como referencias, además de los síntomas, para identificar con prontitud que está afectando al organismo.

Como ya hemos mencionado, la inflamación tiende a llevarse como un proceso normal de defensa ante casos pasajeros, no menos suele suceder también con casos más graves, lo importante es prestar atención a los síntomas y atenderlos a tiempo así como mantener constante comunicación con su especialista de confianza.

ALFA