La moda siempre se renueva con lo mejor del pasado, y un caso claro resulta ser la joyería con la moda de los ochenta. Muestra clara de expresión personal e individualidad, las joyas de los años ochenta son un precedente que toma posesión de las nuevas tendencias para fin de año 2016 y gran parte del año 2017. A continuación conocerá las formas, los estilos, y los colores que deberá tomar en cuenta para afianzar a los ochenta de regreso en la joyería.
La joyería de los años ochenta se mantiene de regreso gracias al aporte audaz, llamativo y dramático que caracterizan a cada una de sus prendas. Aretes, pulseras y broches son los tres ejes fundamentales a tener en cuenta, siendo complemento los colores brillantes y las dimensiones importantes. En caso de querer renovar pronto su cofre de joyas, primero debe mentalizar que debe destacar con tamaño y color, pues estas serán las guías necesarias para mantenerse como una chica en tendencia, que recobra lo mejor de los ochenta, gracias a la diferencia marcada de esta época pasada.
Mientras más grandes y dramáticos mejor. Los aretes tendrán a ser de gran tamaño, siendo un accesorio básico para el ‘look’ femenino adecuado. Incluso, en los mismas combinaciones, alineándose con el resto de las prendas a usar como las chaquetas o los vestidos, los aretes en la joyería de última tendencia tienen la particularidad de sobresalir de cualquier estándar conservador y recatado.
Los collares variaron de acuerdo a cada estilo. Tanto con grandes cuentas como con pequeñas incrustaciones, los colgantes de la época se mantienen en diferentes modelos, que logran adaptarse más como una prenda complementaria, que como una prenda para destacar. En casos más formales, los collares de oro resultan ser los modelos más destacados del resto de la variedad.
Caso contrario resultó con las pulseras. Durante los ochenta, además de los aretes, una pieza clave fueron en definitiva las elaboradas pulseras. Representando la mejor apariencia de una chica audaz, los brazaletes multicolores, en tonalidades neón, darán un toque llamativo como ninguna otra prenda que pueda elegir.
Poco usados durante los últimos años, pero que con el 2016 y parte del 2017, pasan de nuevo a la pasarela de tendencia en la joyería, los broches tienen un importante renacer desde que comenzaron a usarse en el año 1980. Alcanzando los niveles de popularidad tal como los aretes o las pulseras, en el caso de los broches, estos han dejado atrás el fantasma de “pasados de moda” para dirigirse al top de favoritos por parte del público femenino.
En su versión cóctel o también en la apariencia traje, los anillos de los años ochenta se dividen entre estas dos categorías. Pudiendo ser usados tanto con un traje de noche, como en un encuentro durante el día, los anillos de los años ochenta se mantienen como un accesorio que destaca la confianza femenina a su alrededor.
ALFA