El mundo onírico siempre ha representado una parte muy misteriosa de lo que el cerebro es capaz de imaginar. Con frecuencia, los sueños se relacionan con el subconsciente, con los sentimientos e ideas que normalmente no se pueden expresar y hasta con mensajes premonitorios. Sin embargo, hay muchas más cosas que no sabías sobre los sueños y veremos a continuación.

Hay mucha información sobre los sueños que realmente no somos capaces de imaginar y por ello, nos hacemos ideas distorsionadas. La buena noticia es que la ciencia se ha encargado de investigar ciertos detalles que para nuestra tranquilidad, logran explicarlos.

Revelan el nivel de soledad: según el neurocientífico Patrick McNamara la cantidad de sueños que tiene una persona es proporcional a su nivel de soledad. Después de realizar un estudio con más de 300 pacientes, el especialista concluyó que los sueños son la forma de llenar el vacío que tienen aquellos con menor interacción social.

Recordamos menos de lo que soñamos: los sueños que somos capaces de recordar apenas representan un porcentaje mínimo de los que tenemos en total. El cerebro solo nos deja recordar aquellos eventos interesantes y poco comunes. Si tenemos sueños con situaciones cotidianas, casi nunca los recordamos.

Sueños en blanco y negro: el 12 por ciento de las personas sueñan en blanco y negro. Aunque no hay razones que expliquen este factor, los estudios que se han realizado desde 1915 son los que han dado pie para esta afirmación.

El cerebro está más activo: a pesar de que las horas de sueño se relacionan con el descanso de todo el cuerpo incluido el cerebro, la ocurrencia de sueños solo demuestra un aumento de la actividad cerebral durante ese tiempo, incluso cuando no los recordamos.

Sensaciones reales: Lo sueños se dividen en REM y no REM. De la última clasificación depende el aumento del flujo sanguíneo del cerebro, que hace que sintamos un aumento en la temperatura corporal, erecciones y estados de excitación.

Mujeres embarazadas tienen más sueños: en la etapa de gravidez las mujeres suelen tener más sueños y recordarlos, más que quienes no lo están.

Más alcohol, menos sueños: el consumo de bebidas alcohólicas hace que el sueño sea pensado, por lo tanto hay menor posibilidad de tener sueños o de no recordarlos.

Sueños totales: en promedio una persona tiene 1460 sueños al año; lo que equivale a 4 sueños por noche.

Elimina malos recuerdos: científicos de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos dedujeron que después de dormir y soñar el cerebro minimiza el impacto de aquellas experiencias que se consideraron malas o pesadas durante el día. Por lo cual, las personas se sienten mejor y en capacidad de afrontarlas.

Controlamos lo que soñamos: los temas específicos antes de dormir pueden gobernar nuestros sueños. La afirmación parte de un estudio realizado en Harvard, cuando los profesores pedían a los alumnos que pensaran en ciertos temas antes de dormir; el 25 por ciento afirmó haber soñado con hechos referentes a los pensamientos.

Según el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud los sueños sirven para comunicar todo lo que la mente consciente no puede aceptar. Hoy en día, esta premisa ha encontrado basamentos científicos para respaldarla.

ALFA